A través de una nueva modificación presupuestaria que se publicó ayer en el Boletín Oficial, el Gobierno decidió ampliar las partidas necesarias para hacer frente a las elecciones de agosto y octubre y, a la vez, incrementó el presupuesto destinado a difundir los actos oficiales.
Justo el mismo día en que la Dirección Nacional Electoral realizó el sorteo de los espacios que cada partido tendrá disponibles en televisión y radio para hacer campaña, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, volvió a hacer uso de los superpoderes para modificar el presupuesto de publicidad oficial, algo que generaría una desigualdad entre las posibilidades de difusión del oficialismo y la oposición.
Mientras todas las listas tienen un límite para gastar durante la campaña, el Gobierno cuenta con los recursos de la publicidad oficial, que, una vez más, vuelven a crecer.
Según el Presupuesto 2013, el programa “Prensa y difusión de los actos de Gobierno”, de la Jefatura de Gabinete, tenía previsto gastar $ 753 millones.
Ahora, con la decisión administrativa conocida ayer, esa cifra se amplía en $ 439 millones, para totalizar $ 1.192 millones disponibles para publicitar las políticas de Cristina Kirchner.
Precisamente, esta semana,el diario La Nación difundió que en lo que va del año ya se gastó el 64% del presupuesto original.
La norma firmada por Abal Medina y Hernán Lorenzino no explica con detalles los motivos que fundamentan la necesidad de gastar más plata en promocionar los actos de Gobierno. Simplemente reza que “es preciso reforzar el Presupuesto vigente de la Jefatura de Gabinete de Ministros para atender gastos inherentes a su competencia”.
La publicidad oficial, sin embargo, no se reduce a esta partida, sino que llega a duplicarse con lo que se destina al Fútbol para Todos, entre otros rubros. Fuera del control presupuestario queda la publicidad de empresas del Estado.
“El abuso que hace el Gobierno de los recursos públicos no tiene límites”, manifestó Silvana Giudici, presidenta de la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) luego de conocida la noticia. “Incrementar en casi un 60% los gastos de propaganda del Gobierno, cuando los argentinos no pueden conseguir harina y pan en la góndolas y cuando el gobierno se ufana del “congelamiento” de los precios es una inmoralidad absoluta” expresó.
En 2012 se presupuestaron $ 589 millones para pauta oficial y se terminaron ejecutando $ 822 millones.