Aunque la ocupación de camas no muestra hoy un sistema de salud crítico y el crecimiento de la curva de contagios de coronavirus que ya marca cifras récord recién se enmarca en el comienzo de la segunda ola de la pandemia, la discusión por la suspensión de las PASO debe correr detrás de un cronograma electoral que marca el 10 de mayo como límite para la convocatoria a las elecciones. En esta fecha podría estar el principio de acuerdo con la oposición para avanzar en la discusión ya que el Gobierno evalúa proponer primero suspender los plazos electorales y más adelante definir el aplazamiento de las internas.
Hasta hoy, de acuerdo al cronograma definido por la Cámara Nacional Electoral, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) se deben realizar el 8 de agosto y las elecciones generales el 24 de octubre. Esto implica que el 10 de mayo es el último día que debiera tener el Ministerio del Interior para convocar a elecciones, por lo que este día se convirtió en un tope para definir finalmente si las internas se deben aplazar.
Así, la discusión por la suspensión de los comicios deben realizarse sin tener un panorama certero sobre cómo avanzará la segunda ola de covid-19 e implica que los distintos partidos políticos deben ponerse de acuerdo con tan solo un mes de discusión en torno a cambiar las reglas electorales, algo que parece difícil. Ante este escenario, en el oficialismo evalúan primero suspender los plazos fijados para poder discutir sobre las fechas de las PASO a fines de mayo y hasta en junio.
“Es cierto que hoy es una discusión abstracta porque no sabemos hasta dónde subirá la curva de contagios y cómo aguantará el sistema de salud, sabemos que van a ser semanas difíciles pero no tenemos certeza de hasta dónde nos encontraremos con un panorama que nos obligue a no votar”, admite un importante funcionario.
Por eso, el oficialismo continuará la discusión proponiendo que el plazo para convocar a elecciones no tenga como límite el 10 de mayo. Para esto, también necesita al Congreso ya que se debe modificar la ley electoral e ir detrás de un cronograma ya oficializado por la Cámara Nacional Electoral.
“Lo que proponemos es que si no quieren discutirlo ahora podamos tomar una decisión entre fines de mayo y principio de junio. Si las elecciones fueran el septiembre, la convocatoria podría ser el 10 de junio”, explica un diputado que dará la discusión en el Congreso.
Para el Frente de Todos ya no hay dudas, las internas no se pueden realizar en agosto. No solo recuerdan que durante el año pasado este mes comenzó a mostrar los números más críticos de la pandemia que llegó a su pico en octubre, sino también argumentan que será importante ganarle un mes al plan de vacunación. Y aunque no lo admiten en público, también está en los planes darles tiempo a los signos de recuperación económico. Por ello, el Gobierno presentó un proyecto de ley en el que se definirá como nuevas fechas de primarias el 12 de septiembre y de las generales el 24 de noviembre.
En los fundamentos explica: “Este aplazamiento permitirá dejar atrás el período de bajas temperaturas y mayor circulación de enfermedades respiratorias y avanzar en la campaña de vacunación”.
Sobre esto deberá discutir ahora la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Sus representantes legislativos se reunieron esta semana con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para darle inicio formal al debate. La postura uniforme en la oposición es que las PASO se deben realizar, mientras que las diferencias aparecen en si se debe mantener la fecha actual o se debe avanzar en su corrimiento.
Después de este encuentro, el Frente de Todos prepara una nueva reunión con las fuerzas minoritarias y así conseguir los consensos que pidió Alberto Fernández para finalmente posponer los comicios.
A esta discusión se sumó la Justicia. En febrero, la jueza federal con competencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires, María Servini, había adelantado que sus funcionarios no avanzarían con el armado de las urnas si no los vacunaban. Esta semana, tras dar positivo de coronavirus la magistrada dijo que “si en pocos días no se vacuna mi gente, yo te digo que no se van a hacer (las PASO). No voy a exponer a 25 personas que están todo el día trabajando a que se enfermen”.
En el territorio bonaerense, los funcionarios del juzgado federal 1 de La Plata que controla las elecciones en el territorio bonaerense esperaron el desembarco de Alejo Ramos Padilla para plantear que no solo estará en riesgo el personal a cargo de los comicios que no ingresó en la lista del plan de prioritarios en la vacunación, sino que ya visualizan un foco de contagio el día de la elección, sobre todo, a través del conteo final de votos.
Alberto y la elección
“Si tengo que perder una elección por esto, la pierdo, pero quiero dormir en paz. Dicen que estoy haciendo esto para evitar las PASO. Por favor, ¡¿cómo alguien puede pensar semejante barrabasada?!”, se preguntó el Presidente en diálogo con Radio Con Vos sobre las medidas restrictivas anunciadas esta semana. La idea de no votar en agosto fue impulsada por los gobernadores peronistas a quienes después acompañaron jefes provinciales del radicalismo y más tarde el Gobierno.
Aislado, el Presidente también habló ayer por radio sobre la Vicepresidenta. “A veces me dicen: ‘Lo único que quiere es que a Cristina no la condenen’. Cristina no me necesita porque Cristina es inocente y finalmente su inocencia la va a probar”. Detalló además que en la intimidad Cristina Kirchner le dice que “es un naif por creer en el Estado de Derecho”.