La Ciudad Buenos Aires será, entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre próximo, la sede de la Cumbre de Jefes de Estado del Grupo de los Veinte principales países industrializados y emergentes (G20). Entre los asistentes estarán Donald Trump, Vladimir Putin, Emmanuel Macron, Shinzo Abe (primer ministro de Japón) y Angela Merkel (canciller de Alemania).
Para garantizar la seguridad tanto de los principales líderes del mundo y contener las protestas sociales, el Gobierno gastó 100 millones de pesos en los últimos seis meses en armas, equipos antidisturbios y proyectiles. La información, surgida del sitio de contrataciones del Estado argentino, contempla licitaciones públicas para comprar 180 escopetas, y 15 millones de goma, 2.000 proyectiles de gases lacrimógenos y chalecos policiales.
La mayor parte de los materiales fueron adquiridos por el Ministerio de Seguridad, que solicitó, además, 6.000 vallas de contención, 15 millones de balas de goma, 9.100 chalecos multiamenaza, 2 millones de cartuchos de bala 9 mm, 3.150 juegos de cascos, escudos, máscaras antigas y bastones para policías y gendarmes, así como 4.900 precintos plásticos de seguridad que se utilizan a modo de esposas para detenidos.
En 2017, el gobierno de Alemania gastó 130 millones de euros en la seguridad de la cumbre del G20 en Hamburgo, hasta donde se desplegaron 15.000 efectivos de la policía alemana.