La ruptura del bloque de diputados del Frente Para la Victoria cambia todo el panorama legislativo y político para el gobierno de Cambiemos, ya que el oficialismo pasará a ser primera minoría. Por eso, desde el kirchnerismo acusaron a la Casa Rosada de estar detrás de la escisión del grupo que lidera Héctor Recalde.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, negó que el presidente Mauricio Macri haya intervenido de algún modo para que se produjera esa división interna dentro de la bancada del FpV.
"Nosotros no nos metemos ahí. Fuimos siempre respetuosos", sostuvo el ministro coordinador en una entrevista al canal Todo Noticias.
No obstante, el funcionario se mostró satisfecho que exista un grupo de legisladores que "tiene otra agenda" que la que quiere llevar adelante el kirchnerismo."Lo que vemos y nos parece saludable es un debate dentro del peronismo", señaló. Por ello, auguró una "nueva etapa, donde tener diferencias políticas no signifique ser enemigos".
La escisión del FPV fue promovida por el ex titular de la ANSES, Diego Bossio, a quien calificaron de traidor por ello, el gremialista de Smata Oscar Romero y tres diputados que responden al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, el dirigente que marcó diferencias significativas con la ex jefa de Estado Cristina Fernández de Kirchner.
Con la salida de los 15 representantes que decidieron abandonar el FPV para conformar el bloque Justicialista, la bancada kirchnerista pasó a contar con 80 miembros.
En tanto, el frente oficialista de Cambiemos, que incluye la UCR, el PRO y la Coalición Cívica, totalizaría 92 diputados, según se desprenden de los datos publicados en la página web de la Cámara de Diputados.