El sector que apuesta al rechazo en el Senado a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) tiene casi confirmados los votos necesarios para frenar el proyecto con media sanción de Diputados pero en el Congreso creen que aún no fue dicha la última palabra respecto al resultado de la esperada sesión del próximo miércoles.
Con 37 senadores confirmados (incluyendo el reciente cambio de la senadora Silvina García Larraburu), el No logró sacar una ventaja de 6 votos frente a quienes defienden el Sí, y solo quedan dos indecisos que no permitirían dar vuelta el resultado. No obstante, el trabajo de último momento de las mujeres de la Campaña Nacional a favor del aborto legal apunta a trabajar en algún cambio de postura e intentar determinar si habrá ausentes en la sesión.
Uno de los objetivos en las últimas horas fue intentar convencer al radical Julio Cobos para que cambie su voto y escuche las demandas de la juventud de su partido, que le pide que se incline por el Sí. El ex vicepresidente recibió el último viernes a mujeres integrantes del grupo de Radicales por el Aborto Legal, pero por ahora no se registraron cambios en su postura, informaron sus voceros a PERFIL.
Otra de las incógnitas es la postura del ex gobernador tucumano José Alperovich, que ni siquiera reveló su voto a sus colegas de la provincia para mantener su promesa de definirse públicamente el 8A. El senador justicialista, sobre quien se conoció un reciente pedido de desafuero, dijo que tiene su “decisión tomada” pero aclaró que no la hace pública “debido a que es un tema muy sensible y nada aporta hacer público mi voto antes de la sesión donde se debatirá”.
Senadora kirchnerista cambió de opinión y votará contra el aborto
La sesión del próximo miércoles –que podría comenzar a las 10 para evitar una vigilia muy larga por la madrugada–, arrancará con una discusión acerca de qué proyecto se tratará en primer lugar. Es que durante el último plenario de comisiones ninguno de los grupos logró sacar dictamen de mayoría por un desacuerdo sobre el reglamento, que finalmente se resolverá en el inicio de la sesión. En principio, las opciones serán dos: la aprobación o el rechazo del texto original que llegó con media sanción de Diputados.
Escenarios. Existe acuerdo entre los defensores del aborto legal para que se incorporen cambios, lo que obligaría a un regreso a Diputados como cámara de origen de la iniciativa. Desde ese sector, buscaron “transmitir un mensaje de confianza plena de que vamos a acompañar las modificaciones” porque, según denunciaron a este diario, “nos están operando diciendo que vamos a romper el acuerdo en el recinto”. Las principales modificaciones tienen que ver con la incorporación de una cláusula que tenga en cuenta la posibilidad de una objeción de conciencia institucional, la reducción de las semanas de 14 a 12 en las que se puede realizar el aborto y la contemplación de un presupuesto a nivel nacional para hacer frente a los gastos que pudiera significar la legalización.
Si no hay acuerdo al comienzo de la sesión para incorporar los cambios, el proyecto original se tratará en general y después se dará lugar a un debate sobre las modificaciones, al momento de la votación en particular, lo que puede hacer aún más maratónico el debate.
En ese contexto, se presentan distintas alternativas: si se rechaza el proyecto, el tema no podrá volver a tratarse hasta el año que viene, de acuerdo al artículo 81 de la Constitución Nacional; pero si se aprueba con cambios, volverá a Diputados. Allí, los legisladores deberán definir si aceptan esas modificaciones o si insisten con la iniciativa original. En ningún caso podrán rechazar el tema, porque ya hubo una primera instancia a favor en esa cámara.
Si el miércoles no se aprueba la Ley, no se podrá tratar de manera formal hasta 2019, aunque a nivel político no resultaría conveniente hacerlo hasta 2020 –después de la campaña presidencial–, para aprovechar la nueva composición de ambas cámaras legislativas.
Seguridad interna. La Dirección de Seguridad y Control del Senado ya comenzó con la organización al interior del Palacio y anticipó fuertes restricciones al ingreso. Por ejemplo, habrá asueto para todo el personal que no esté afectado a la sesión, no estará permitido el acceso de invitados y cada senador deberá informar con anterioridad quiénes serán los asesores que lo acompañarán durante la jornada, con un máximo de dos personas.
También habrá restricciones para la prensa, que no podrá ingresar salvo previa acreditación, y solo tendrán acceso al recinto los fotógrafos oficiales de la Cámara. La intención aquí es reducir al máximo la cantidad de personas que circulen por el edificio, y evitar así cualquier incidente, sea cual fuere el resultado de la sesión.
Operativo policial
El Ministerio de Seguridad de la Ciudad, a cargo de la organización de lo que ocurra afuera del Congreso, mantuvo reuniones preliminares con los grupos a favor y en contra del proyecto. En principio, se repetirá el esquema del 13 de junio, cuando se trató el tema en Diputados, y volverán a establecerse dos sectores diferenciados a ambos costados de la Plaza del Congreso, que estará vacía, pese al reclamo para ocupar ese simbólico lugar. También estaba en análisis el armado de un “corredor” entre el Palacio y el Anexo del Senado, ubicado sobre la calle Hipólito Yrigoyen, para el libre acceso del personal y de los senadores a sus oficinas durante la larga jornada. En ambos encuentros participaron el secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro; el secretario de Tránsito, Juan José Méndez, y autoridades del Ministerio de Espacio Público, la Secretaría General y la Policía de la Ciudad, para contemplar las distintas áreas afectadas al operativo.