En una carta privada enviada a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el papa Francisco pidió "la concordia, el diálogo y la reconciliación" en el país. La nota, enviada el 20 de marzo, fue revelada por el diario La Nación.
El motivo de la misiva, dijo el pontífice a la mandataria argentina, fue "recordar el reciente encuentro y su venida a Roma, con ocasión del inicio de mi ministerio como sucesor de San Pedro", el 19 de marzo en el Vaticano.
"A los que están constituidos en autoridad, que busquen en el servicio su mejor aliado y trabajen infatigablemente por tejer lazos que afiancen la concordia, el diálogo, la reconciliación y el entendimiento entre todos", exhortó Francisco.
La carta está fechada el 20 de marzo, el día siguiente de la asunción del papa, pero no fue revelada oficialmente ni por el Vaticano ni por el Gobierno argentino. Sin embargo, según consigna el diario, la veracidad de la nota fue confirmada por el cardenal Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
"En la persona de Vuestra Excelencia y en la responsabilidad que ejerce he querido ver el rostro de todos los hijos de esas queridas tierras argentinas, que se esfuerzan cada día por dar lo mejor de sí mismos a la patria que los vio nacer y anhelan ser protagonistas de un presente sereno", indicó el Papa.
Líneas papales. El mensaje a la Presidenta se suma a diversas cartas enviadas por el Sumo Pontífice a dirigentes argentinos.
En marzo, Francisco le envió una nota al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en la que pidió por que los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires colaboren "todos unidos, en la construcción de una sociedad cada vez más fraterna, en la que nadie se sienta extraño o postergado".
Asimismo, hizo llegar un saludo epistolar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, al que prometió rezar por él, y se comunicó telefónicamente con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para transmitirle su "preocupación" tras las inundaciones.
Fervor K. Autoridades del gobierno argentino participaron este sábado de la asunción de Mario Poli como arzobispo de Buenos Aires en reemplazo de Bergoglio.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ausente por estar en Venezuela, ordenó al vicepresidente Amado Boudou encabezar la comitiva gubernamental, en otro gesto para acercar a la Iglesia tras la elección del papa Francisco.
Boudou estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; y el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, un católico práctico con aceitados vínculos eclesiásticos.