Argentina despidió ayer un pedazo de su historia. Familiares y amigos de Julio César Strassera, ex fiscal emblema del Juicio a las Juntas militares de la dictadura, le dieron el último adiós en el cementerio Jardín de Paz, de Pilar, en una ceremonia íntima plagada de reconocimientos.
Pasadas las 11,00 fueron inhumados los restos de Strassera y la emoción se apoderó por completo del momento. Su familia emitió un cerrado aplauso para saludar al hombre que en 1985 hizo celebre el “Nunca más” en la cara de los jefes militares del último gobierno de facto ante el Tribunal civil, una situación inédita en la historia argentina. El ex fiscal murió el viernes a los 81 años en la clínica San Camilo, donde permaneció internado en terapia intensiva los últimos diez días con trastornos intestinales y un cuadro de hiperglucemia que lo había llevado a un estado de coma.
Su velatorio convocó a diversos dirigentes políticos y funcionarios judiciales. Ayer se destacó la presencia del ex presidente Eduardo Duhalde, quien recordó a Strassera como “un hombre de valor” y subrayó su trayectoria y vocación. Además, concurrieron al lugar el diputado nacional Ricardo Alfonsín, el periodista José Ignacio López, los ex jueces de la Cámara Federal que juzgó a las juntas Ricardo Gil Lavedra y León Arslanian y la militante por los derechos humanos y ex miembro de la Conadep Graciela Fernández Meijide.
“A Strassera lo conocí en el juicio a las juntas militares, era vivaz, intenso y con un gran valor”, aseguró Meijide en diálogo con PERFIL. Nora Cortiñas, titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, recordó al ex fiscal de la Cámara con gran admiración. “Cumplió su promesa de justicia para el pueblo argentino. Escuchó a la sociedad y tuvo un rol ético fundamental que marcó el camino de la verdad. Nunca demostró soberbia u omnipotencia”, afirmó.
Hombre de bien. La familia de Strassera prefirió guardar silencio y no dialogó con la prensa. Su esposa Marisa y su hijo se rodearon de los afectos familiares más cercanos y, como pudo saber PERFIL, “expresaron su dolor por la muerte de Julio, pero transmitieron la alegría de despedir a un hombre de bien”.
Strassera fue nombrado secretario de juzgado en 1976, y durante la dictadura que se extendió entre ese año y diciembre 1983 fue promovido como fiscal general. Desde ese puesto, atendió pedidos de hábeas corpus solicitados por presos políticos, que eran mayoritariamente denegados. Será recordado por el rol fundamental que cumplió en el Juicio a las Juntas militares que terminó con la condena de Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua; de Roberto Viola a 17 años de prisión; de Armando Lambruschini a ocho años de cárcel; y de Orlando Ramón Agosti a cuatro años de prisión.
Luego del juicio, Strassera fue representante argentino ante los organismos de derechos humanos en Ginebra, aunque tras los indultos a los militares condenados dispuestos por Carlos Menem, se retiró de la función pública.
En los últimos años se mostró distante de la gestión de la presidenta Cristina Kirchner. “Estaba muy enojado porque se hablaba con mucha ligereza sobre los derechos humanos”, explicó Meijide. Su pelea con el kirchnerismo generó que en 2010 fuese protagonista de un acto de “desagravio” en la sede del Comité Nacional de la UCR.
