Lucas González es una localidad chica, de cerca de cinco mil habitantes, de la provincia de Entre Ríos. Como todo pueblo, las noticias corren rápido. No fue la excepción la acusación por abuso sexual dos décadas después del hecho de una mujer de 35 años, más aún si el apuntado por el delito es el propio intendente Luis Hanemann. Por si fuera poco, la denuncia -que también habla de un aborto forzoso y un hijo en común- trascendió antes de las elecciones, que tenían como candidata a la esposa de Hanemann, Cristina Boeri, que de todas maneras ganó la intendencia con más de la mitad de los votos.
La localidad del departamento de Nogoyá no es la primera vez que trasciende en los medios, ya que es el lugar donde el cura Juan Diego Escobar Gaviria fue condenado a 25 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores contra, al menos, cuatro niños que asistían a su parroquia.
Ahora la ciudad quedó consternada por la denuncia de Jessica Folgueras que acusó al intendente Hanemann de abuso sexual cuando ella tenía 14 años y él 35. “Fue un tema electoral, político, se conoció un tiempo antes de las elecciones”, señaló a PERFIL el propio Hanemann, es que el tema trascendió en los medios unas semanas después de las primarias de principios de abril en donde su esposa había ganado por amplio margen.
De todas maneras, la acusación no cambió la tendencia de las elecciones y en junio Boeri se volvió a imponer por más del 50% de los votos.
La denuncia de la víctima
Jesica Folgueras denunció a Hanemann a raíz de un hecho que ocurrió cuando ella tenía 14 años y el intendente iniciaba su carrera política y tenía 35 años.
“A tres meses de cumplir mis quince años, una amiga me invita a una reunión política y ahí es donde lo conozco a Luis Hanemann, él era candidato. Esa noche se me presenta y me invita a formar parte de su agrupación, y luego cada vez que me encontraba en la calle o en cualquier lugar, me decía que era linda, me invitaba a llevarme, pero en ese momento no me daba cuenta, lo que hoy entiendo que eso es un acoso”, inició el relato de la mujer ante la Justicia que recogió el portal Entre Ríos Ahora, que también dialogó con la víctima en su programa de radio.
En el 90% de los casos, el abusador es masculino, de la familia o una figura representativa
“Luego el 12 de agosto del año 1998 o 1999, no recuerdo bien, pero él era candidato y el cartel decía ‘Hanemann 99’. Era su cumpleaños y nos invitan a compartir una choripaneada en el local partidario. Yo todavía tenía 14 años. En la cocina del local se me acerca y me empieza a decir que soy linda, que tengo linda sonrisa. Recuerdo que se hacía tarde y además empieza a llover. Entonces yo me quería ir, pero Hanemann se ofrece a llevarnos a mí y a una compañera que era vecina mía y con quien yo había ido. Yo no quería, y le decía que cuando parara, nos íbamos solas. Pero luego de un rato, y ver que no paraba de llover, aceptamos que nos llevara en su auto", cuenta Jessica.
Asimismo, siguió: “Me subí en el asiento de atrás y mi compañera adelante, pero él quería a toda costa que yo subiera adelante. Incluso me acarició la pierna pasando su mano desde el asiento del conductor hacia el asiento de atrás, diciéndome que no pasaría nada, que él quería que yo me sentara en el asiento de adelante, pero yo todo el tiempo le dije que no, y nos fuimos de esa manera. Cuando llegamos al barrio, no pudo entrar por el barro, y paró media cuadra antes de llegar a nuestras casas. Se baja mi compañera y entonces me dice que no me baje porque quería preguntarme algo en privado. Hace bajar a mi compañera y traba las puertas para que yo no pueda salir”.
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“Sentí miedo, ya que mi compañera se va porque él se lo pide. Entonces, hace marcha atrás con el auto, a pesar de que le decía que me quería bajar, y me dice que no tenga miedo, que no me va a pasar nada, que solo quería charlar conmigo y toma el camino para ir a un callejón. Ahí me dice: ´Si venimos hasta acá, venimos a coger´. Me largo a llorar, él se pasa para atrás y empieza a tocarme, a preguntarme si yo ya sabía cómo era el tema. Me desabrocha el pantalón y le dije que no porque estaba indispuesta y no quería tener relaciones sexuales con él. Me decía que no pasaba nada, que vamos a hacerlo igual. Entonces se me tira encima y me baja el pantalón. Yo le decía que me llevara a mi casa porque ya era tarde, que él no la conoce a mi mamá, que ella me iba a dar una paliza. Pero a él no le importa nada. Me penetra con su miembro en mi vagina, hasta que terminó con su chanchada”, recordó sobre el abuso sexual que denunció
A pesar de esta traumática situación, se volvieron a encontrar un mes y medio después de ese hecho y hasta terminaron formando una relación cuando ella aceptó viajar con Hanemann a la ciudad de Rosario del Tala.
“Le acepté la disculpa y le comenté que yo no dije nada, pero que él había estado mal. Esa noche tuvimos relaciones consentidas, y ahí comenzamos una relación sentimental. Yo todavía tenía 14 años. Desde ese momento comenzamos una relación frecuente, a vernos una vez por semana, el punto de encuentro era un bar de mi barrio, ya que todo el grupo del partido nos veíamos ahí todas las noches y todo el tiempo. Era nuestro lugar de reunión y encuentro, y como en ese tiempo no había teléfonos celulares, él aparecía ahí o me manda avisar con el dueño dónde me buscaba y a qué hora. Al pasar un mes y medio o dos meses de relación, Luis comenzó a ser agresivo conmigo porque se ponía celoso y siempre me decía que yo no podía mirar a nadie y que siempre tenía que estar para él”, añadió.
La relación rápidamente “se volvió enfermiza” porque Hanemann se alcoholizaba y se ponía violento. “Antes de cumplir 16 años, quedé embarazada de él. Siempre me pidió que no lo tenga, y como yo le decía que sí lo iba a tener, entonces me pedía que no le diga a nadie. Cuando estaba de un mes y medio, me dijo que ya había hablado con la mujer y que estaban de acuerdo en que lo tenga pero que debía firmar un acuerdo para irme a Paraná hasta que tenga al bebé porque entonces se lo tenía que dar a ellos para que lo críen. Pero no acepté. Seguí con el embarazo y él se aprovechó de mi ignorancia porque me hizo tomar unas pastillas, diciendo que eran vitaminas, y después que las tomé me dijo que me iba a tener que practicar un aborto porque el bebé ya estaba muerto por esas pastillas que mataban al feto", recordó.
“Me quedé muy mal, no sabía si creerle o no, pero cuando él se larga a llorar yo siempre le creo, me dijo que era por mi bien, y esa noche, alrededor de las 4 de la madrugada, me lleva a que me practiquen un aborto, eso fue en septiembre del 2000”, agregó.
La relación siguió con sus altibajos hasta que en 2001 Hanemann se separa de su mujer y Jessica fue a vivir con él a su casa. La joven vuelve a quedar embarazada y el 20 de octubre de 2002 nace el hijo de ambos. Aunque Hanemann no quería que ese embarazo continuara. “Como yo ya era más grande, me puse firme y lo tuve. Es esa situación fui yo la que termina con nuestra relación, porque él me dijo que me olvide de él si yo tenía al bebé. Que si bien, él no lo reconoció, en Lucas González todos saben que es su hijo”.
Según consignó el medio Entre Ríos Ahora, el 11 de abril la jueza de Familia y Penal de Menores de Nogoyá, María Andrea Cantaberta, hizo lugar a la demanda y declaró la filiación extramatrimonial paterna de su hijo, “quedando emplazado en el estado de hijo de Vicente Luis Hanemann”. El fallo se dio luego de que el jefe comunal se negó a someterse al examen de ADN.
“Quisiera que ni me pregunten eso. Es descabellado, no tiene ni pies ni cabeza. Ni siquiera me llamaron nunca a una declaración. No tengo nada más que decir”, señaló Hanemann ante las consultas de este medio.
Por último, Jessica explicó los motivos de que su denuncia haya demorado 20 años: “Ahora estoy casada, me siento más tranquila y más contenida por eso decidí hacer la denuncia. Entendí que lo que pasé siendo tan chica, es algo terrible, marcó mi vida para siempre y ahora entiendo que es un delito. También agravado porque se aprovechaba de mi ignorancia y de mi edad para manipularme y hacerme hacer lo que él quería”.
CP