“"Gracias a que alguien habló, yo hoy puedo hablar", dijo Thelma Fardin en el video que presentó el martes la colectiva Actrices Argentinas, donde relata cómo fue el abuso sexual que sufrió por parte de Juan Darthés en Nicaragua hace nueve años, luego de haber hecho la denuncia penal por violación. En ese momento, Fardin era una adolescente de 16 años, y Darthés, un adulto de 45.
Y gracias a que ella habló, miles de personas más pudieron hablar. Esta semana, los relatos sobre víctimas de abuso sexual se replicaron en las redes sociales, en muchos casos durante la infancia, relatos que podían contarse por primera vez, muchos años después. Y en todas las líneas telefónicas de asistencia a víctimas, oficiales y de asociaciones civiles, se multiplicaron los llamados.
En el 0800-222-1717, la línea del Ministerio de Justicia que atiende casos de abuso sexual infantil, desde el martes hasta la fecha, crecieron un 1.240% las denuncias recibidas. El día previo a la denuncia de las actrices habían recibido 16 llamados. Al día siguiente, ya fueron 55. Ayer, más de 200.
Lo mismo pasó con la línea 144 del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), que atiende casos de violencia de género, donde su titular, Fabiana Túñez, confirmó que los llamados se duplicaron y que en muchos casos se trataba de personas adultas que denunciaban abusos ocurridos en la infancia.
Según un informe del programa Las Víctimas contra las Violencias del Ministerio de Justicia de la Nación, en los últimos dos años, el 0800 para denunciar casos de abuso sexual infantil recibió más de cinco mil llamados, de los cuales el 65% representan casos de menores. Siete de de cada 10 víctimas menores de 18 años son niñas y el 51% tienen menos de 11 años. “La proporción de víctimas de este género se incrementa a medida que aumenta la edad, a diferencia de lo que ocurre con los niños”, explican.
Siete de cada diez agresores pertenecen al ámbito familiar de la víctima y más de la mitad son padres o padrastros.
El manoseo y la violación son las dos formas de abuso sexual más denunciadas, y destacan que se registran casos en que la víctima puede sufrir más de una agresión sexual.
El 65% de las víctimas son niños, niñas y adolescentes, y el 67,4% de los hechos sucede en el hogar de la víctima, del agresor o de un familiar. Analizando quién realiza las llamadas, en el 41,3% de los casos los hace un familiar, mientras que en el 34,1% los hacen instituciones.
Más denuncias. “Cuando recibimos llamados o consultas de adolescentes intentamos que se acercen o vengan acompañadas por un adulto, para darles la información de dónde pueden ir a denunciar según donde vivan. En casos de violencia intrafamiliar, buscamos que puedan asistir a la Defensoría del Menor. Las instituciones educativas también pueden denunciar”, dice María Laura Novo, de la ONG La Casa del Encuentro, que esta semana tuvo un incremento en los llamados que recibieron. “Todavía cuestan mucho las denuncias pero hay muchos factores que determinaron que hoy se esté hablando de todo esto, en institutos, en núcleos de amigas. Las marchas masivas de Ni Una Menos, la visibilización que logró la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, el reclamo porque se aplique la ESI ”, agrega.
“Hace un tiempo venimos recibimos muchas denuncias de personas por casos de abusos de hace varios años. Se ve que lo que se mueve a nivel social repercute; el movimiento de mujeres, del feminismo, todo hizo desnaturalizar mucho la violencia”, aporta Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).
Representación a víctimas. Uno de los reclamos urgentes que tuvo la primera marcha masiva Ni Una Menos de 2015 fue el patrocinio jurídico gratuito para las víctimas de violencia. Ese año se votó la ley 27.210, que creaba un cuerpo de abogados y abogadas para representar a víctimas de violencia de género.
En octubre de este año se pusieron en marcha las capacitaciones a los profesionales que se registraron para formar parte del cuerpo de profesionales, unos 1.600 abogados de todo el país, que recibirán una capacitación de diez semanas. Se estima que entrarán en funciones durante el primer semestre del año que viene. Aunque en una primera etapa, las áreas priorizadas serán el NOA, NEA, La Plata y Neuquén; para dar patrocinio, entre otras cosas, a casos de niñas abusadas sexualmente.