La lista de los 138 nuevos espías K provocó una grieta en La Casa. Sus perfiles y antecedentes académicos despiertan suspicacias. Cursos express de entre cinco y veinte días agigantan las dudas. Ningún cuestionamiento, sin embargo, cabe sobre la virtud de oro en estos tiempos: la lealtad. El exdirector de la Escuela Nacional de Inteligencia, Gerardo Strada Sáenz, marcó un claro contraste –en función a su experiencia- sobre el proceso de recomendación, formación y selección de los aspirantes a agentes de Inteligencia. A su vez, rechazó que durante su gestión hayan existido recomendaciones basadas en la militancia: “No teníamos eso de que ingresaban aspirantes porque eran militantes del duhaldismo”.
Strada Sáenz, quien encabezó la ENI durante la gestión de Miguel Angel Toma en Inteligencia, sostuvo en diálogo con Perfil.com que “el proceso de formación de un agente es lento y extenso ya que se lo debe conocer para saber si se lo puede incorporar”. Detalló que los aspirantes debían pasar un primer filtro de tres meses y luego un período de especialización de otras 12 semanas. Recién ahí se identificaba en qué actividad se desempeñaba: análisis, reunión o distribución de la información.
“Es lógico que pasen filtros porque el pedido era que seamos cuidadosos”, explicó Strada Sáenz para luego trazar diferencias entre las diversas conducciones al subrayar que “cada director tiene sus características, pero nosotros lo hacíamos así”.
Pese a que actual jefe de los agentes, Oscar Parrilli, se autoproclamó como la cabeza de “la transformación de la Secretaría”, las recomendaciones configuran otro aspecto opaco en el masivo ingreso de espías militantes. El extitular del Palacio de la calle Libertad señaló que “usualmente las recomendaciones surgen desde adentro” ya que “es el primer reaseguro”. Esta sugerencia, que responde a los perfiles buscados por La Casa, ahonda el exdirector de la ENI, los habilita a “realizar el curso”.
Durante la evaluación de los aspirantes, manifestó Strada Sáenz, se analiza la idoneidad, el perfil, la confidencialidad, el grado de atención y el respeto por determinados procedimientos de los virtuales agentes. En este caso, la selección final, que constituye una bisagra del proceso, fue supervisada de cerca por Parrilli. Sin embargo, Strada Sáenz aclaró, siempre poniendo énfasis en su gestión, que la misma “se decidía en la Escuela, en reunión con los docentes y el secretario aceptaba”. “Nunca el secretario nos impuso nombres”, remarcó.
El número de incorporaciones sorprendió a más de uno en La Casa ya que la Escuela de Inteligencia, durante el kirchnerismo, no había dictado muchos cursos de ingreso y ascenso. En tanto, Strada Sáenz, recordó que era imposible que los cursos de ingreso superen las treinta personas y entregó un nítido ejemplo de una habitual selección: “Si necesitaba un traductor de árabe y tenía dos personas como potenciales aspirantes hacía sólo un curso para ellos”, indicó para luego explicar la formación académica es sólo un requisito exclusivo para cumplir ciertas funciones en La Casa.
Espías militantes. Ante la consulta de este medio por el significativo ingreso de militantes afines al kirchnerismo, el exdirector de la Escuela de Inteligencia y actual docente en la Universidad de Lanús y Tres de Febrero descartó que durante su gestión haya ocurrido algo similar: “No teníamos eso de que ingresaban aspirantes porque eran militantes del duhaldismo”, aseguró.
Espías sociales. Tras la revelación de Noticias, las fotos y los perfiles sociales de muchos de los espías de fin de ciclo fueron la comidilla de muchos tuiteros. “Muchos agentes tienen actividad en redes sociales, pero no tienen que difundir su actividad porque deja de ser reservada”, aseguró el extitular de la ENI.
“Si se revelaran sus identidades no dejan de ser agentes, si no que pueden ser reubicados en otras tareas donde la privacidad no sea tan importante”, indicó Strada Sáenz al ser consultado por las consecuencias de la nómina de espías K publicada por Noticias.
Nueva Escuela. Gerardo Strada Sáenz compartió claustro en la Universidad de Belgrano junto al flamante titular de la Escuela Nacional de Inteligencia, Marcelo Saín, previo a su viaje a Campinas, donde logró un doctorado en Ciencias Sociales. “No me sorprende ni me deja de sorprender”, se anticipó Strada Sáenz a la pregunta. Luego señaló que le parecía “raro que lo designen” ya que, como reveló Clarín, había sido procesado por divulgar información confidencial sobre agentes; pero destacó son sustanciales para el cargo las “condiciones académicas y conocimientos de Inteligencia”.
