La ausencia del presidente Alberto Fernández este domingo 1° de marzo en el acto de asunción del presidente electo uruguayo, Luis Lacalle Pou, se ha convertido en un tema sensible en la relación con el vecino país, que incluso ya mereció un llamado personal de disculpas del jefe de Estado. El motivo invocado, se sabe, es la apertura de las sesiones legislativas, pero también sobrevuela el tema la compleja relación con el presidente Jair Bolsonaro, que había acordado cuando se reunió hace algunos días con el canciller Felipe Solá en Brasil que se reuniría con Alberto Fernández cuando ambos se cruzaran en Montevideo. Pero en la Rosada esa cuestión no encontró eco, y mañana serán el propio canciller, Felipe Solá, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, los principales representantes argentinos en la asunción de Lacalle Pou, previsto para las 14 horas.
Fuentes oficiales indicaron a la agencia NA que la comitiva argentina se completará con el flamante embajador en Montevideo, Alberto Iribarne; y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Cháves. Es decir, serán cuatro los funcionarios argentinos que asistirán a la ceremonia, en representación del gobierno del presidente Alberto Fernández y de todo el pueblo argentino.
El acto de asunción del líder del Partido Nacional se llevará en la Asamblea General uruguaya, y desde el Palacio Legislativo Lacalle Pou junto a su vice Beatriz Argimón se trasladarán hasta la Plaza Independencia a bordo de un Ford V8 de 1937.
Lacalle Pou quiere abrir las fronteras de Uruguay a "miles y miles" de extranjeros
A las 16:30 horas, el saliente mandatario oriental, Tabaré Vázquez, le entregará la banda presidencial al "Cuquito", como apodan a Lacalle Pou, mientras al pie del monumento ecuestre al prócer José Gervasio Artigas estarán ubicadas las delegaciones extranjeras.
El pasado miércoles 26 de febrero, Fernández había llamado a Lacalle Pou para disculparse "por no poder asistir a su asunción" ante la coincidencia con la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Durante la conversación, ambos mandatarios estuvieron de acuerdo en la necesidad de "reactivar la agenda bilateral". El futuro mandatario uruguayo había mostrado su interés en afianzar las relaciones con nuestro país e incluso prometió beneficios fiscales para los ciudadanos que quieran mudarse a su territorio, algo que fue cuestionado por el dirigente argentino.
Durante la charla, los dos mandatarios acordaron que el jefe de Estado "pronto" viajará a Montevideo para concretar la reunión. El pasado 18 de febrero, el embajador Iribarne había afirmado que Alberto Fernández cruzará el Río de la Plata "uno o dos días después" de la asunción de su par oriental. El Presidente conoce a la familia del mandatario electo uruguayo y mantiene una "relación de amistad" con su padre, el ex jefe de Estado oriental Luis Alberto Lacalle.
Pese a los esfuerzos de ambos gobiernos por quitarle voltaje político a la cuestión, resulta imposible disimular las diferencias con la delegacón uruguaya que asistió a la asunción de Alberto Fernández, ya que llegaron a ese acto el expresidente Pepe Mujica, el actual Tabaré Vázquez y el electo, justamente Lacalle Pou. Y también cuenta en la relación que, durante la campaña electoral en ambos países, Alberto Fernández viajó a apoyar al derrotado candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, y compartió varios actos con Mujica.
B.D.N./HB