Tras habarse alejado del kirchnerismo durante más de diez años, hoy Felipe Solá integra el Frente de Todos y apoya la candidatura presidencial de Alberto Fernández. El exgobernador de la provincia de Buenos Aires fue entrevistado por Jorge Fontevecchia para el ciclo Periodismo Puro, que se puede ver por el canal de aire Net TV y que se publica en Diario Perfil.
En uno de los tramos de la nota, Solá reconoció que su vínculo con el expresidente Néstor Kirchner era malo. Además, admitió que Alberto F. no conocía en profundidad acerca del campo y que por ello se cometieron errores durante el debate de la 125. A continuación, uno de los fragmentos de la entrevista.
—Vos te llevás bien con el periodismo, no creés que hay un problema entre Alberto Fernández y el kirchnerismo con el periodismo que le puede terminar costando perder la elección?
—Los espectadores son neutrales en el encuentro entre un fulano y un zutano. Así lo veo yo. Ven en televisión de un lado a los periodistas, los movileros, y del otro a Alberto. Obviamente, existirán quienes estén completamente del lado de Fernández y quienes estén con los movileros. Pero la mayoría está en el medio.
—Esos que están en el medio son los que pueden decidir la elección.
—La neutralidad es parecida a la de quien ve un match de boxeo. Buscan ver cómo te defendés. Se entra a la situación con ojos neutrales. El interrogado debe cuidarse especialmente en cualquier caso. Porque además es el foco, el candidato. También debe cuidarse el movilero: qué pregunta, qué gesto tiene, ver si le pone demasiado cerca el micrófono. La gente debe apreciar que un candidato no siempre sea ultracorrecto políticamente. Me parece mejor que si se enoja lo exprese de alguna manera. Es algo de una humanidad mayor.
—¿Puede resultar positivo entonces?
—Yo soy del bando que prefiere un presidente capaz de reaccionar. Alfonsín reaccionaba. Menem lo disimulaba un poco más. Pero, en realidad, todos los políticos se enojan.
—Alfonsín era cabrón. También dicen que vos lo sos.
—Soy un leche hervida, pero se me pasa enseguida. Me arrepiento y luego invito a comer.
—¿Pedís perdón después?
—Sí, no me cuesta nada.
—En un reportaje que te hice en 2006 te pregunté al final si había algo que quisieras decir. Contestaste que el lector de PERFIL que leyera el reportaje se daría cuenta de que había cosas que callabas, sobre todo respecto de la relación con el presidente, que hay cosas que, por razones de Estado, deberían callarse. ¿Ayudaría que Alberto Fernández pida perdón por algunas cosas que calló durante el gobierno de Néstor Kirchner? Vos fuiste crítico de la 125. Pero Alberto la promovió. Y mientras fue jefe de Gabinete, Jorge Lanata perdió su lugar en la televisión, Pepe Eliaschev en Radio Nacional. También PERFIL padeció discriminación.
—Lo respondería en dos partes. La primera es que recuerdo esa frase final porque Kirchner la interpretó con un sentido diferente del que yo tenía al enunciarla. Lo que quería decir es que evidentemente yo tenía una mala relación personal con él. Era algo que mucha gente sabía. Yo imaginaba que los lectores lo sabían. Néstor interpretó que mi intención era evitar hablar sobre cuestiones de corrupción, aludir al tema. Se enojó y llamó por teléfono a Florencio Randazzo, no a mí. Fue Randazzo el que me dijo que el presidente estaba furioso. Mi respuesta fue la misma que ahora: “Está interpretando mal”. La segunda parte de la respuesta es que Alberto hizo muchas críticas que implican en muchos casos autocríticas. Alberto se fue el 23 de julio de 2008. Lo que vos pedís es una crítica al período anterior. No creo que le costara mucho a Alberto Fernández comentar eso, aun en campaña.
—¿No ganaría reconociendo que hubo serios problemas no solo en la época de Cristina Kirchner, sino también en la de Néstor?
—El caso de Noticias fue paradigmático. Y lo que pasó con PERFIL y la publicidad. Creo que sí. Aunque algunos lo llamen sincericidio, todo acto de sinceridad es valioso. Prefiero a alguien que hace sincericidios a quien nunca se sincera. Si se trata este tema con Alberto Fernández, seguro va a sincerar la situación.
—Recomendáselo.
—Lo haré. Creo que en el problema de los periodistas hay una cuestión de empatía. Fue un muy buen comentarista, siempre estuvo conversando con los periodistas. Levantaba el teléfono enseguida. Lo digo en su etapa posterior a ser jefe de Gabinete.
—¿Te hizo alguna autocrítica sobre haber defendido la Resolución 125? Mientras vos votabas en contra, ¿él intentaba convencer a Julio Cobos?
—No específicamente. Me di cuenta después de que Alberto entró en el tema del sector agropecuario como jefe de Gabinete sin conocerlo. Ni mal ni bien. Simplemente no lo conocía. Era un defecto de todo el gobierno de Néstor Kirchner. Aquello que no le interesaba, le era desconocido. Más allá de que era y es importantísimo. Es el sector de la economía argentina en el que somos los primeros del mundo en cuanto a eficiencia. Lo puedo decir porque me dedico al tema desde hace 35, 40 años.
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JPA/MC