El escritor Ricardo Forster, integrante del grupo de pensamiento kirchnerista Carta Abierta y excandidato a diputado, cuestionó el proyecto del oficialismo para restringir piquetes al advertir que "no se debe criminalizar la protesta" y señaló que "debería ser repensado".
Esta nueva fractura dentro del pensamiento kirchnerista se suma a las del dirigente social Luis D'Elía y el Centro de Estudios Legales y Sociales, quienes tampoco consideraron apropiado el proyecto de Carlos Kunkel.
"No estoy de acuerdo con pedir permiso para protestar", añadió y sostuvo que el proyecto "está planteado más desde lo negativo que desde lo positivo". Forster también señaló que a la iniciativa "le falta algo importantísimo, que es habilitar el derecho a la protesta social".
Además, en una entrevista que publicó hoy el diario El Tribuno consideró "importante encontrar algún tipo de legislación que ayude a la convivencia interior del espacio público, aunque no sé si del modo como ha sido redactado el proyecto es la forma más adecuada".
"Hay que tener mucho cuidado con la restricción de derechos, hay que tener cuidado con quien es el que habilita o no una protesta pública, no estoy de acuerdo con pedir permiso para protestar", apuntó.
Forster remarcó que el proyecto "tendría que ser debatido e, incluso, imagino que dentro del bloque del Frente para la Victoria deben haber diversas posiciones". "Si uno está pensando en una ley, esa ley no debe criminalizar la protesta social", advirtió.
Y, señaló: "No creo que ese sea el espíritu de quienes plantean este proyecto pero me parece que ese proyecto debería ser repensado e incluso abierto en otra dirección como la que estaba señalando: primero reconocer el derecho a la protesta social y después intentar darle un formato que no sea violatorio de otro derecho".
Forster analizó que "en los últimos veinte años en Argentina el piquete ha sido un instrumento muy complejo que puso en evidencia demandas insatisfechas de una parte de la sociedad, incluso fue retomado paradójicamente por quienes al principio lo criticaron de una manera muy dura, como por ejemplo en la disputa por la resolución 125".
Asimismo, indicó que "el kirchnerismo, desde que llegó al Gobierno en 2003, tuvo un postulado muy importante que fue justamente no reprimir la protesta social, sabiendo de la historia de la que venía Argentina".
"Ese es un antecedente para todos aquellos que se sienten identificados con el proyecto de Néstor Kirchner a la hora de discutir un tema como este. No me parece mal que el tema se debata, pero hay que proteger el derecho de los más débiles a utilizar herramientas de protesta", agregó.