Así como Angela Merkel hizo de sus chaquetas y pantalones un sello propio, Cristina Fernández de Kirchner parece haber decidido seguir ese ejemplo con el uso de color negro en todo su vestuario. Ni siquiera se ha animado a usar zapatos de otro color o siquiera carteras. Y hasta quien diseñó la muñeca que le regalaron durante la gira no se animó a vestirla de otro color, aunque más no fuera por animarla o alentarla a volver a los conjuntos vibrantes previos a la muerte de Néstor Kirchner.
Sus trajes sastre –que combinaban faldas o pantalones con chaquetas siempre entalladas– en naranja, fucsia, rojo y también en tonos pasteles eran parte de su marca registrada.
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