El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y número uno de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, cuestionó ayer la inclusión de “champagnes, whiskies y vinos” en el congelamiento de precios, al tiempo que afirmó que aspira a continuar dialogando con el Gobierno.
“Los impuestos sobre los alimentos son del orden del 38%. Es decir, el impuesto sobre un alimento es casi 40% y sobre una bebida casi el 50%. Acá hay otros caminos. ¿Es el problema del costo del alimento o de la presión fiscal?”, se preguntó el empresario en declaraciones a radio La Red.
El titular de la UIA, muy crítico con el rumbo político económico del Ejecutivo, aseguró que las empresas continúan intentando conversar sobre la iniciativa de congelar los precios de más de 1.432 productos por noventa días, que fue impuesta mediante una resolución del Ministerio de Desarrollo Productivo. “Hemos intentado convencerlos de que no es el camino. El año pasado desde el 20 de marzo con efectos al 6 de marzo de 2020 hubo un congelamiento. Nosotros desde Copal dijimos que no compartimos pero toleramos por la sencilla razón de que estábamos arrancando una pandemia de proporciones difíciles de calcular. Esto se fue ampliando con el tiempo, hubo protestas de Copal por el retraso de los precios respecto de los costos, pero se continuó”, dijo Funes de Rioja.
El empresario, que participó del 5° Foro Industrial de la Unión Industrial de Mendoza (UIM), aseguró que cuando finalizó el programa Precios Máximo, hubo un “compromiso de que los precios se iban a ir normalizando escalonadamente”. “Nosotros no somos la causa de la inflación, somos consecuencia de la inflación debida a problemas estructurales y macroeconómicos”, concluyó el empresario.
“Lo que queremos o creemos que tenemos que hacer tiene una razón y es que la Argentina no tenga gente que se quiera ir, que no tenga oportunidades perdidas y no tenga marginados socialmente”, aseguró el abogado laboralista. “Debemos tener la posibilidad de crecer y de vivir en un país mejor. Además, debe quedar en claro que quienes invertimos y creamos fuentes de trabajo no somos especuladores, somos inversores”, agregó.
Canasta básica. Funes de Rioja también cuestionó la inclusión de un centenar de bebidas alcohólicas en el congelamiento de precios. “Si vamos por la canasta básica no pueden estar los champagnes, los whiskies, los vinos”, aseveró. Roberto Feletti, el flamante secretario de Comercio Interior, defendió ayer la decisión: “¿El trabajador no tiene derecho a tomarse un vinito?”.
Funes no aclaró si habrá un reclamo ante la justicia por el congelamiento. “Todavía aspiro a que mis exhortaciones al diálogo para que hablen con cada una de las empresas. Si no se dialoga tenemos claramente un conflicto”, dijo. “Pero judicializar la medida es una decisión que tienen que tomar las empresas”, comentó.
Duro. Al asumir al frente de la UIA, Funes de Rioja criticó el “triple cepo laboral”, refiriéndose a la prohibición de despidos, suspensiones y a la doble indemnización, que el Gobierno fijó al inicio de la pandemia. Además, generó malestar en el Frente de Todos al llamar a las empresas a dejar de pagar los salarios de los trabajadores que no quisiesen vacunarse y no se reintegrasen a la presencialidad.
Ahora, el empresario disparó munición gruesa contra la decisión de Feletti. “Acá no se trata de un congelamiento, acá se trata de ir para atrás con los precios”, aseveró, al cuestionar la medida.
