El Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración de Burkina Faso, dirigido por el teniente coronel Paul-Henry Sandaogo Damiba, anunció por televisión el derrocamiento del presidente Roch-Marc Christian Kaboré.
La toma del país se realizó tras un levantamiento en el país africano a raíz de las críticas al presidente por su fracaso para contener el auge de los grupos yihadistas, identificados por cometer actos terroristas.
Hasta el momento, los militares golpistas anunciaron la suspensión de la Constitución y la disolución del Gobierno y la Asamblea Nacional.
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En Burkina Faso, cientos de jóvenes se reunieron en la Plaza de la Nación, en el centro de la capital, para celebrar la toma del poder por parte de las fuerzas militares y el “fin del mandato” de Roch Kaboré. Se podían apreciar gritos, silbidos y la entonación del himno nacional burkinés.
"Burkina se estaba muriendo, los militares vinieron a salvarla", exclamó uno de los jóvenes según informa la agencia RFI, quienes contaban con un enviado en el lugar. “Es un soplo de alivio porque nos enfrentamos a un poder que carecía de competencia e inteligencia y que tomó como rehenes a todos los hijos e hijas de Burkina Faso", agregó otro de los presentes.
"El movimiento por la refundación de Burkina Faso milita por reformas profundas en materia de soberanía, seguridad y dignidad", decía una pancarta sostenida por otro grupo de jóvenes. Uno de ellos afirmó: "Apoyaremos a los militares hasta el final". Mientras otro advirtió: "CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) y sus afines, ¡se acabó!”.
Finalmente, los jóvenes regresaron a sus casas antes de que comenzará el toque de queda a las 21.00hs. En la segunda capital del país, Bobo Dioulasso, los manifestantes también expresaron su alegría por la situación, aunque allí no todos los habitantes comparten el mismo entusiasmo y las opiniones se encuentran divididas.
Burkina Faso ya había sufrido varios intentos de golpe de Estado. En los últimos meses, tuvieron lugar diversas manifestaciones y protestas que denunciaban la incapacidad del gobierno para combatir el aumento de los ataques de parte de grupos yihadistas. En un primer momento los militares presentaron una lista de demandas donde hablaban de la necesidad de una mejor estrategia en la lucha contra los grupos terroristas, pero sin mencionar el desplazamiento de Kaboré.
La región de África donde se encuentra Burkina Faso se encuentra cada vez más desestabilizada por los extremistas, que también actúan en Níger y en Malí, país vecino de Burkina Faso donde comenzó la insurgencia yihadista y en el cual los militares derrocaron a un gobierno civil en 2020.
Desde el exterior piden la liberación del presidente de Burkina Faso
La Unión Europea (UE), la ONU y los Estados Unidos solicitaron la “liberación inmediata” del presidente Kaboré. Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, expresó su preocupación por la integridad física del mandatario que se encuentra prisionero de los militares.
Emmanuel Macron, presidente francés, condenó el golpe de Estado. Este suceso representa una incógnita para Francia, quienes se encuentran en plena reorganización de su misión en el Sahel para luchar contra los yihadistas, en busca de mayor apoyo de sus socios europeos.
Al momento del golpe de Estado, el presidente Kaboré llevaba seis años en el cargo.
El mandatario fue elegido en 2015 después de un alzamiento popular que derrocó al presidente autoritario Blaise Compaore que ya tenía contaba con casi 30 años en el poder.
También fue reelegido en 2020 para continuar como presidente durante cinco años más, pero esto se vio interrumpido a causa de la frustración producto de la imposibilidad de combatir la violencia yihadista.
AS / ds
