La abogada Graciana Peñafort estuvo en la presentación del libro "Lawfare" de Rafael Bielsa y Pedro Peretti en la Facultad de Derecho, en donde analizó las problemáticas del Poder Judicial argentino, los presos políticos y el rol de los medios en ese contexto.
Para Peñafort, el lawfare es "la persecución judicial de referentes polítcos, sociales, sindicales" y el mismo proceso "le da cero importancia si la persona es culpable o inocente, esa decisión esta tomada desde antes de que comience la causa. A nadie le importa si las víctimas son culpables o inocentes".
En esa línea, elogió la importancia del libro porque "en esta época la Argentina está sometida a procesos de lawfare tan groseros que es necesario".
Y amplió: "Pasaron cuatro años de la doctrina Irurzun y hoy (Germán) Garavano dijo que está mal. Si aplicaramos esa doctrina, Macri debería estar preso y miembros de Poder Judicial que tienen denuncias también".
Por otro lado, apuntó al periodismo al asegurar que "no hay lawfare sin periodismo, sin cobertura desproporcionada de las noticias y sin periodistas que se olviden de la presunción de inocencia".
En ese marco, consideró que "hablar de Conadep de periodistas es como hablar de Conadep de corrupción, y eso es bastardear una herramienta sobre la cual se construyó nuestra democracia".
En otro orden, apuntó contra el Poder Judicial: "Un Poder Judicial con prestigio no tolera un fiscal en rebeldía (por Carlos Stornelli). Y tenemos lawfare justamente porque nuestro Poder Judicial ha perdido su prestigio".
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"El poder judicial fue empujado a resolver la contienda política de este 2019, y fue exigiendo el desafuero y detención de Cristina. Y Pichetto, aún con todo lo que tiene no permitió que eso se llevara a cabo, algo que no ocurrió en la cámara de diputados con Julio De Vido. La cámara de diputados tampoco puede olvidarse de la presunción de inocencia. En Argentina para ser culpable hace falta una sentencia firme: esto lo olvidaron en el intento de resolver disputas políticas de forma judicial", advirtió.
Más adelante, la letrada se refirió a cuando el libro empieza a hacer hincapié en "la infamia y la difamación. Y habla del uso de los servicios de inteligencia por parte del poder judicial".
"Nunca he visto las cosas que pasaron en los últimos años en Argentina: tenemos falsos testigos arrepentidos, esto salió a la luz con el caso D'Alessio. Vimos como los servicios metían presas a personas y las extorsionaban para sacar una ganancia. Es absurdo tener unos servicios de inteligencia que se creen capacitados para violar la ley. Mientras más poder tienen los servicios menos poder tienen los tribunales la política las leyes y los ciudadanos", manifestó.
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Y concluyó: "Para que haya justicia no puede haber medios de información usados para extorsionar. Pedimos para las víctimas de lawfare nuevos juicios con jueces justos, cuyas sentencias no estén decididas de antemano. No es que no crea que hayan hecho cosas malas los funcionarios, pero me preocupa que el poder judicial no está queriendo dar la cabeza de funcionarios de este gobierno".
Por su parte, el autor Pedro Peretti se refirió a que "hay un requisito indispensable para que se desencadene el lawfare y es que debe haber postura de ruptura con el establishment económico. No se lo aplican a algo pero sí a Lula y a Correa y a Milagro Sala".
En la presentación también estuvieron presentes el actor Gerardo Romano, el abogado de Julio De Vido, Maximiliano Rusconi, El gremialista Roberto Baradel, el ex secretario de Cristina Kirchner, Carlos Zannini, Gabriela Cerruti, Eduardo Duhalde, Victor Hugo Morales, Francisco Durañona, Pino Solanas y Eduardo Valdés, entre otros.
J.D. / C. P.