Todos los Presidentes han tenido voceros informales, esos personajes astutos y desprejuiciados que dicen en público aquello que sus mandantes no pueden expresar. Por ejemplo, Luis Barrionuevo con Carlos Menem. Es el caso de Hebe de Bonafini, quien, junto con Estela de Carlotto, Aníbal Fernández y Luis D´Elía, integra el selecto grupo de lenguaraces de Cristina Kirchner.
Cumplen un rol muy útil para el presidente o la presidenta de turno. Y en el caso de las últimas declaraciones de la titular de las Madres de Plaza de Mayo, cuando criticó ásperamente a quienes se quejan de los perjuicios causados por los cortes de luz, hay varios indicios que revelan que, una vez más, Hebe expresó el pensamiento profundo de Cristina. "Me parece que cada argentino que se queja porque se le pudren las cosas de la heladera es porque tienen el freezer lleno y hay gente que todavía no puede comer; entonces los que tenemos, no nos quejemos tanto”, dijo Hebe de Bonafini. Y no fue criticada por nadie en el oficialismo porque todos sus exponentes saben que, cuando habla Hebe, en realidad está hablando la Presidenta.
La frase es brutal pero tiene su lógica para un kirchnerista; con mayor sutileza, varios periodistas de ese sector lo han repetido hasta el cansancio: la culpa de los cortes en el suministro de electricidad es de los propios usuarios que gastan mucho aprovechando los subsidios y las facilidades para comprar artefactos como el freezer de Hebe. A lo sumo, la culpa es de las empresas, que no han invertido como debían. A tono con la épica de los setenta, el kirchnerismo nunca se siente responsable de nada; todo es culpa de los otros. Por eso, es inútil pedirle un atisbo de autocrítica los cultores de los setenta, como Cristina o su alter ego, Hebe.
Además, Hebe tiene motivos de sobra para cumplir bien un rol tan difícil de digerir: el gobierno nacional se apresta a estatizar la Universidad de las Madres de la Plaza de Mayo; aspira a que ese gesto borre cualquier problema en el manejo de esas cuentas. El tema será tratado por el Congreso. Ya se sabe cómo votará el oficialismo; habrá que ver qué hace la oposición, que no quiere confrontar con Hebe de Bonafini porque teme que ella les recuerde qué hacían durante la última dictadura.
Hebe es una persona astuta y valiente, que ha sabido lucrar (políticamente) con la cobardía de otros.
* Editor ejecutivo de la revista Fortuna; su último libro es ¡Viva la sangre!