POLITICA
el traslado de jueces

Hermetismo en la Corte Suprema por un fallo que está todavía en discusión

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Jueces. Debaten si centrarse en el caso o en tema de traslados. | cedoc

Un fallo agonal o uno arquitectónico. Esa parece ser una de las grandes incógnitas sobre lo que decidirá la Corte Suprema de Justicia respecto del traslado de jueces. Al menos para el mundo jurídico, más alejado de los devenires de la política. Es decir, si lo que se decida será focalizado solo sobre las situaciones de los tres magistrados que llegaron al máximo tribunal vía per saltum –Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli– o si lo que resuelvan tendrá un impacto a nivel general en el tema de traslados.

Por lo pronto, en los pasillos del siempre convulsionado cuarto piso del Palacio de Tribunales, donde está ubicada la Corte, reina el hermetismo sobre el caso. Es la antesala de un fallo que convoca la atención, fundamentalmente, del oficialismo y de la oposición junto con parte de la ciudadanía, que se manifestó en contra del cambio impulsado desde el Gobierno, así como de los tres jueces cuyos traslados busca revertir el kirchnerismo. Y según trascendidos, podría no salir tampoco esta semana.

Bruglia, Bertuzzi y Castelli fueron trasladados entre 2017 y 2018 por el macrismo. Tras el cambio de gobierno, el kirchnerismo pidió la revisión de sus traslados –junto a otros 7– bajo el argumento de que no estaban completos al no tener Acuerdo del Senado de la Nación. Los magistrados judicializaron la situación y así llegaron vía per saltum a la Corte. La decisión del máximo tribunal de hacer lugar a ese recurso extraordinario –algo que no sucedía desde 2013– sorprendió al Ejecutivo, que confiaba en que los ministros esperarían a que el caso llegara a ellos por los canales tradicionales. La decisión fue una sorpresa, en gran parte, por el hermetismo que sobrevoló en el Palacio, pero también, coinciden varias voces allí, por que no leyeron la escena completa. Desde varios días previos a la resolución del per saltum en la Corte se semblanteaba que la Cámara en lo Contencioso Administrativo no fallaría en el caso, por lo que entendieron que debían actuar ellos. Aún son varios los que no entienden cómo el kirchnerismo, que tiene fuerte ascendencia sobre ese fuero, desconocía lo que sucedía allí y cómo eso podía determinar lo que iba a suceder puertas adentro de la Corte.

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Previo a esa decisión hubo charlas entre los ministros y una posición conjunta de los ministros Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti. Los tres habían firmado en mayoría las acordadas 4 y 7 de 2018, relacionadas a los traslados de jueces. Son esas mismas en sus considerandos, resoluciones y, en gran parte en sus disidencias, las que por estas horas parecen encerrar la suerte de Bruglia, Bertuzzi y Castelli, así como posiblemente también de los traslados en general según sea la decisión del tribunal.

El traslado de jueces fue una realidad en todas las gestiones. Una herramienta usada con discrecionalidad desde la política, que en general siempre tiene, independientemente de qué gobierno esté en Balcarce 50, una cifra del alrededor del 25% de vacantes. Y, a la vez, es un punto fundamental sobre el que la Corte puede fallar y “ordenar”, en cierta forma.

De hecho no son pocos los que comparan los alcances que puede tener la decisión con lo que sucedió en el fallo Uriarte, en el que se resolvió sobre la ley de subrogancias. Allí la Corte falló y definió en general, no sólo sobre el planteo en cuestión.

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En el Palacio hay conversaciones permanentes entre los ministros. También intrigas, cruces y desconfianzas

feroces, junto con algunos puntos de encuentro. “La Corte es un mundo aparte, dos jueces pueden cruzarse por cuestiones mediáticas, pero después firman fallos como el de la Tragedia de Once”, sintetizó una fuente. El futuro está abierto.