El mundo empresarial de la obra pública es uno de los sectores que todavía miran con incertidumbre el derrotero que le esperará en el nuevo escenario político que se inaugura con Mauricio Macri en la Presidencia. Acostumbrados a más de una década de una simbiótica relación con el kirchnerismo, los principales empresarios del sector de la construcción esperan las primeras señales del próximo presidente. El principal temor es que cambien las reglas del juego a las que se habían acostumbrado, en las que el ministro de Planificación, Julio De Vido, era un actor preponderante. El próximo viernes se realizará la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), que actualmente preside Juan Chediack. El principal interrogante hoy es qué rol y participación piensa tener Nicolás Caputo, que en la actualidad es vocal de la entidad. El empresario, íntimo amigo de Macri y uno de sus principales asesores, suele tener un perfil bajo en Camarco y muy poca participación. El otro actor que será seguido de cerca en el ambiente de la construcción es Angelo Calcaterra, titular de Iecsa y primo de Macri. Durante el kirchnerismo, sin embargo, fue uno de los empresarios que se destacaron entre los más beneficiados
