Conmoción. Esa fue la palabra que recorrió los muchos grupos de whatsapp de empresarios, políticos y amigos de la familia de Jorge Brito. En esa franja de tiempo que demoró la confirmación de la muerte del banquero, la conmoción se transformó en mensajes de pesar y de chequear quién habría podido comunicarse con algunos de los hijos.
Las conexiones de Jorge Brito son, como la de casi todos los banqueros de tan alto perfil, más que transversales. Mucho más en su caso que con su entidad es el dueño del mayor banco privado de capital nacional. Por eso, la pertenencia a una u otra escudería política suele ser muy lábil o pendular. Igualmente, en enero de este año, en diálogo con PERFIL, Jorge Brito se definió como “banquero peronista”. Ahí se cae en otro abanico de posibilidades: ¿peronista de qué tipo? Podría esquivar la respuesta y decir “peronista de Perón” señalando la bandera que decora su megadespacho en la torre de Banco Macro, en la zona de Retiro. “Es la bandera del general Juan Domingo Perón que lo acompañó desde su exilio del país hasta el día de su muerte”, explicó Brito a PERFIL en el mencionado reportaje. Más allá de eso, ya a fines de diciembre de 2019, Jorge Brito fue de los pocos nombres de peso empresarial que no dudó en decir que había votado a Alberto Fernández. En ese momento reconoció que si bien durante el macrismo los bancos fueron de los pocos ganadores económicamente hablando, en su caso él dice que fue “perseguido” por el gobierno de Macri. Y por esa situación pidió licencia por las investigaciones por corrupción por el caso Ciccone.
A pesar de su apoyo a la gestión de Fernández, Brito fue de los que se opusieron a la ley de aporte solidario. “El camino que ha elegido el Gobierno es, cuanto menos, equivocado (…) Solo creará una rebelión fiscal como nunca se ha visto y posiblemente no se cobre nada o poco y solo se mediatizará nuevamente una guerra entre el Gobierno y los empresarios”.
Familia. Jorge Brito nació en Buenos Aires el 23 de julio de 1952 y fue junto a su cuñado Jorge Ezequiel Carballo cuando en 1976 fundó una financiera y según escribieron los periodistas Esteban Rafele y Pablo Fernández Blanco en su libro Los patrones de la Argentina, Brito y su cuñado lograron su primer millón de dólares a los dos años, en 1978. Ese crecimiento, con los años y con la astucia que algunos banqueros argentinos tienen para moverse en una Argentina volátil, Brito se diversificó en el mercado inmobiliario, agropecuario y hasta energético. La escala de posiciones en la pirámide empresarial hizo de sus comidas de verano una cita que definía el peso de sus colegas. Estar o no estar invitado era un símbolo de pertenencia a una élite con conexiones y también toma de decisiones conjuntas. Así, cada enero, su cena en la mansión Mama Ganso era una meca para sus pares.
En lo personal, formó una familia numerosa junto a Marcela Carballo. Con ella tienen seis hijos, Milagros, Jorge, Marcos, Constanza, Santiago y Mateo; y doce nietos. Todos ellos –hijos e hija– se ubican en alguna de las áreas de negocio que llevan el sello Brito. De los seis, Milagros y Jorge (hijo) son los que suelen tener perfil más alto. Milagros, por ser la cara de Vizora, bajo la que se desarrollan los proyectos inmobiliarios. Y en 2019, también estuvo ubicada en un plano más mediático porque ella es la primera esposa de Roberto García Moritán, actual esposo de Carolina “Pampita” Ardohain. En el caso de Jorge Brito (hijo), no es tanto por su afición a las moto todoterreno, sino porque de manera paralela a su quehacer financiero, es vicepresidente de River Plate.