POLITICA

Khalil sigue en la mira de la fiscalía AMIA pese a que dejaron de espiarlo

Nisman lo señaló como el nexo para el encubrimiento. Gentili, su sucesor, pidió a la SI sus conversaciones.

Dirigente. Khalil solía ser asiduo visitante de una mezquita en Flores. Su teléfono fue intervenido hasta dos días después de la muerte del fiscal Alberto Nisman.
| Cedoc Perfil

Antes de irse, el fiscal que reemplazó a Alberto Nisman, Alberto Gentili, le requirió a la Dirección de Observaciones Judiciales de la Secretaría de Inteligencia que remita a la Unidad Fiscal AMIA todas las grabaciones hechas al teléfono de Jorge Alejandro “Yusuf” Khalil entre el 27 de noviembre de 2014 y el 20 de enero, dos días después de la muerte de Nisman. Khalil era el supuesto agente iraní que habría oficiado de nexo entre el Gobierno y los imputados en la causa AMIA para encubrir el atentado a la mutual judía, según la denuncia de Nisman.

De acuerdo con un escrito al que accedió PERFIL, Gentili requirió las grabaciones (y otros elementos importantes derivados de las escuchas) desde el 27 de noviembre de 2014 hasta el 20 de enero de 2015, fecha en que se ordenó cesar la intervención a ese número telefónico. Es decir que Gentili, por alguna razón, quería seguir investigando a Khalil. Lo consideraba una pieza clave en este entramado en el que se firmó el memorándum con Irán. Pero, además, el documento demuestra que la Secretaría de Inteligencia dejó de escuchar a Khalil dos días después de la muerte de Nisman, seguramente por una orden previa judicial del juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral.

Nisman le había asignado a Khalil el rol del garante para lograr la impunidad de los iraníes acusados en el atentado a la mutual israelí y la fabricación de una pista falsa, con el objetivo de señalar a “fachos” locales.

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Yusuf es propietario de una empresa de importación y exportación de mercaderías. También era asiduo visitante de la mezquita At-Tauhid, en Flores, y se jactaba de tener contactos con la embajada iraní. En varias de las escuchas Khalil aparece hablando con el dirigente piquetero Luis D’Elía sobre los entretelones de la firma del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán.

Entre las escuchas también figuran unas en las que el presunto agente iraní habla con un supuesto agente de Inteligencia argentino que le dice que Interpol levantaría las alertas rojas contra los imputados por el atentado, algo que no se concretó. Tampoco el memorándum.

¿Por qué Gentili pide seguir investigando a Khalil? Porque la escucha autorizada por el juez Rodolfo Canicoba Corral era a él, y a través de su teléfono se conocieron comunicaciones con diferentes aliados del Gobierno, como D’Elía, en las que se menciona por dichos al diputado nacional Andrés Larroque. Todos ellos, junto con Fernando Esteche, fueron imputados el viernes por el fiscal Gerardo Pollicita, quien dio curso a la investigación de Nisman. El juez que interviene es Daniel Rafecas. Ayer, la defensa de D’Elía advirtió que podría recusar a Rafecas por “prejuzgamiento”.

Para los acusados, las escuchas no tienen relevancia. Tampoco para la Procuración del Tesoro, que por un lado dice que los implicados en las grabaciones no fueron investidos por el Gobierno para representarlo y por el otro que dichas grabaciones carecen de interés. Sin embargo, primero para Nisman y luego para su sucesor, eran relevantes. Gentili firmó el pedido el 23 de enero. Había pedido abandonar la unidad. El viernes, la procuradora Alejandra Gils Carbó reformuló la Unidad Fiscal AMIA con tres fiscales y un coordinador. Las nuevas escuchas quedarán en manos del nuevo equipo.