El último cruce entre sectores del Grupo Clarín, y el kirchnerismo fue por un asesoriamiento que el ex vicepresidente Amado Boudou le dio de manera informal al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que terminó con en la tapa del mencionado diario afirmando que se le daba un cargo como asesor, algo que luego desmintieron Quintela y Boudou.
Pero la tensión está latente desde el conflicto con el campo, en 2008. Esa pelea, casualmente, alejó al actual presidente Alberto Fernández de Cristina Kirchner. Su reencuentro y el regreso al poder es una situación compleja para ambos en su relación con el multimedios: Fernández dio señales de apertura hacia el CEO de la empresa, Héctor Magnetto, pero el kirchnerismo denuncia que hay intentos del Grupo de debilitar al gobierno y de provocar una ruptura interna en la coalición oficialista.
"Clarín le puso precio a la cabeza de Alberto (Fernández) porque no cumple con sus intereses", dijo el periodista Horacio Verbitsky. No es el único que lo piensa entre quienes tienen diálogo con Cristina y con Alberto.
La tensión tiene, según un sector del kirchnerismo, varios disparadores: la negociación de la deuda, la liberación de presos y las acusaciones por corrupción.
Graciana Peñafort, la funcionaria y abogada que asesoró a Cristina y Boudou, entiende que Clarín "es parte interesada de la renegociación de la deuda porque tiene bonos. Hay temas que los ponen irritables como si tuvieran un interés", afirmó a PERFIL.
Peñafort apuntó a Nicolás Wiñazki, autor de la nota de Boudou, porque además de la desmentida del cargo formal, en la nota decía que Boudou no podía tener un cargo en el Estado por estar condenado.
"Es un papelón la nota. Miente. Yo le tengo afecto a Nicolás, lo conozco hace muchos años, pero lo que hizo está mal, tiene obligación de chequear como periodista y además lo que no puede ignorar es que Amado no tiene sentencia firme. Si hubiese pasado que le ofrecieron y que aceptó trabajo, no hubiese tenido nada de malo, y no lo digo yo, lo dice la Corte Suprema, que para que alguien sea tratado como culpable debe tener sentencia firme", insistió Peñafort
Sin embargo, fuentes destacadas del Grupo Clarín calificaron de "un disparate" a los dichos de Peñafort y Verbitsky. A su vez, dijeron que "no hay que seguir la agenda de El Destape" y defendieron la nota de Wiñazki que disparó la polémica. "Es una discusión del mundo jurídico considerar o no una sentencia de Casación como firme. No es que fue un error, hay un debate detrás y en la nota de Roa se aclara que lo polémico es la actitud, más allá de que después era cierto que no era un asesor formal".
Y agregaron que "no ha habido ningún exabrupto que haga pensar que Clarín está socavando al gobierno. Estamos siendo responsables. Se hizo una nota de tapa con un reportaje serio a Guzmán".
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El investigador del Conicet y analista experto en medios, Martín Becerra, en diálogo con PERFIL, precisamente citó el tema de la deuda como uno de los tantos casos en los que el Grupo Clarín tiende a "marcar la cancha". "Históricamente lo hace", agregó.
Y argumentó que el grupo de medios siempre actúa de la misma manera con todos los gobiernos desde 1983, dando un "aire" al principio de los nuevos gobiernos pero manifestando sus intereses para buscar el respaldo del Estado: "Clarín marca la cancha, tiene un trato agradable al principio porque entiende que el nuevo gobierno entra por el voto popular y no quiere ir contra la esperanza de la mayoría de la sociedad, pero a la vez marca la cancha. Si el gobierno no responde de manera directa y al pie de la letra con el programa expansivo corporativo del grupo, el grupo comienza a erosionar la imagen del gobierno, del presidente".
A pesar de ese aire que se le da al principio, Becerra detalló que cuando se termina esa instancia "esa línea del grupo es tan facciosa, tan sesgada, que el grupo no vacila en subordinar el interés periodístico a sus negocios, con lo cual si tienen que hacer operaciones de desinformación, lo hace igual. Lo primero son los negocios. Por eso pudo oponerse a Cristina incluso cuando había sacado el 54% de los votos en 2011".
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Marco Novaro, analista político que escribió la biografía del director del grupo Héctor Magnetto y participa de la programación diaria de los canales del grupo, consideró: "Alberto no sabe que quiere, Cristina sí, entonces ella empuja un poco el carro para su lado. Uno tiene un plan y el otro no. Alberto quería cerrar las grietas, pero no pudo. Querían reconciliar al peronismo con empresarios, pero no hay mucho más. Es para que no les peguen como a Cristina. Ese plan se evaporó, el mundo se dio vuelta. No hay ningún tiempo para esas reconciliaciones. No podes patear la deuda tampoco. Tenían pocos papeles y se quemaron, no saben que hacer".
Peñafort, consultada por este medio sobre qué soluciones se podrían aplicar cuando hay una "fake news", manifestó que es una "firme convencida que hay que trabajar por el Derecho a Réplica, que no es un derecho individual, es un derecho de la sociedad a saber la verdad. Que no sea un trámite burocrático, publicar una réplica no vulnera la libertad de expresión de un medio, da derecho a la sociedad y favorece a que el debate público sea robusto".
"Por ejemplo, recuerdo que fuimos abogados de Nilda (Garré) cuando Clarín publicó en tapa que tenía cuentas en el exterior. Conseguimos la sentencia que decía que era falso, y nunca publicaron en tapa que eso era falso, nos llevo un montón de tiempo. Es algo que afecta tu honor, y no es tan difícil de evitarlo. Hay defensores del público y defensores de genero en los medios, es ponerle media pila, no es una ciencia compleja.
JDI/MC