Desde que empezó la cuarentena obligatoria, la Justicia porteña aceptó tratar más de cincuenta amparos en contra del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Y en la mayoría de los casos, los concedió. Entre otros desaires al larretismo, la Justicia le ordenó: proteger a los docentes exceptuados del aislamiento, a los que incluso no se les proveían barbijos; enriquecer las viandas escolares; retirar la basura del barrio Padre Carlos Mugica; y darle insumos sanitarios a una enfermera de 60 años del Hospital Durand. Uno de los fallos más recientes incluye un tirón de orejas dedicado especialmente para el alcalde Rodríguez Larreta.
“Si el propio jefe de Gobierno y el ministro de Salud de la Ciudad recomiendan públicamente el uso de tapabocas para la población en general que se encuentre en situaciones autorizadas para circular por la vía pública, resultaría paradójico que ese propio Gobierno no suministre elementos de protección adecuados a aquellos de sus dependientes que se encuentran cumpliendo funciones de atención al importante número de personas que acuden a los establecimientos educativos”. La paradoja señalada se volvió incluso más notoria desde esta semana, porque el uso de barbijos se volvió obligatorio en la Ciudad. La medida cautelar fue concedida por el juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Guillermo Scheibler. La presentación (hecha por teléfono, a raíz de la suerte de feria que rige en la Justicia) fue realizada por el gremio porteño Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
El lunes pasado, el juez le ordenó al Gobierno que “de manera inmediata, adopte las medidas necesarias para prevenir el contagio de los/las trabajadores docentes exceptuados del aislamiento social, preventivo y obligatorio”. El mismo juez avaló una cautelar parecida, esta vez en beneficio de una enfermera del Durand. A punto de jubilarse, la mujer hizo personalmente la presentación, tras haber obtenido como respuesta que en el hospital había “escasez de insumos”. En su resolución (difundida por el sitio iJudicial), Scheibler volvió a cuestionar al gobierno porteño. Le exigió que le dé “elementos de seguridad sanitaria básicos tales como barbijos adecuados, camisolines, antiparras y alcohol en cualquiera de sus formas” a la trabajadora; y a su vez le reprochó al Ejecutivo “exponerla, en su calidad de enfermera, a un peligro grave e inminente de contraer el virus Covid-19 en ocasión de prestar sus tareas normales y habituales”. Estos dos fallos se suman a otros anteriores y de tono similar.
La semana pasada, la jueza Alejandra Petrella, del fuero Contencioso Administrativo, le dio otra orden al gobierno de Rodríguez Larreta. ¿Cuál? Que realice las tareas de recolección de basura e higiene sanitaria para la prevención del dengue y el coronavirus, en el sector Bajo Autopista de la Villa 31-Barrio Padre Carlos Mugica. Con argumentación un poco más dura, la jueza Romina Tesone dictó una cautelar para que el Gobierno entregue leche y yogur con las canastas escolares, además de elementos de higiene.