La fe en Dios y la vocación por el aprendizaje son las dos actitudes que más destacaron tanto Esteban Bullrich como su esposa, María Eugenia Sequeiros, en distintas apariciones públicas en las que se refirieron al diagnóstico de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la enfermedad que cursa el actual senador de Juntos por el Cambio.
Sequeiros describió la complejidad del cambio en sus rutinas diarias, sin dejar de destacar la armonía y la paz que se respira en su hogar. “Creer en Dios es creer que de Él venimos y hacia Él vamos, que acá estamos unos años y después lo más lindo es la vida eterna. Duele la noticia de la enfermedad, es como una espada porque vos decís ‘la vida hubiera ido por acá', pero tampoco se sabe, es el misterio de la fe”, dijo en conversación con Ernesto Tenembaum, en Y ahora ¿quién podrá ayudarnos?, por Radio Con Vos.
Esteban Bullrich dio un encendido discurso, tras anunciar que padece ELA
Maria Eugenia Sequeiros conoció a Esteban Bullrich hace 22 años. En otro tramo de la entrevista radial contó cómo fue aquel momento.
“Me gustó su bondad, nos conocimos trabajando en la misma empresa, y él se quedaba después de hora dando clases de computación, porque también estudió sistemas. Él es abierto, inteligente, todo le interesa, es apasionado por la vida, por querer saber más, por ayudar. Es un hombre con un corazón increíble”, recordó.
Cuando le consultaron si imagina la vida sin su esposo, ella respondió que evita ese momento. “Cuando se me viene a la cabeza me lo saco porque no me contribuye, así que trato de no pensar en eso, y cambio de tema“.
Esteban Bullrich fue ministro de educación durante los primeros dos años de la presidencia de Mauricio Macri, y luego se convirtió en senador tras ganarle las elecciones en la provincia de Buenos Aires a Cristina Fernández de Kirchner.
Qué es el ELA, la esclerosis lateral amiotrófica que padece Esteban Bullrich
Su esposa recordó su actividad y su capacidad de trabajo. “Fue un golpe muy fuerte, porque pasó de ser un esposo con capacidades increíbles y súper activo, a perder un montón de cosas, empezando por el habla”.
El cambio en la vida cotidiana
“Lloré mucho. Él me consolaba a mí, porque ya había leído todo, ya había atravesado antes, tomándolo con mucho optimismo, diciendo ‘no importa lo que sea, le voy a dar batalla’, fue ahí que empecé a caer en lo que iba a ser”, explicó sobre sus primeras sensaciones tras el diagnóstico.
En relación al futuro, ella explicó que hubo un cambio en cuanto a los planes y se vive cada momento. “Trato de vivir cada día, entonces no sé, al tener la confianza puesta en Dios y en que él nos va guiando me entrego a su voluntad”, explicó.
La compañera de Bullrich también contó cómo fue la conversación con sus hijos post diagnóstico. “Desde el principio los sentamos y él les dijo lo que nos decían los médicos, me encantó la manera que tuvo de explicarlo, diciendo que se iba a hacer viejito más rápido”.
“Pasamos por todo, lloramos, y ellos a veces se enojan. Pero lo que prepondera es la paz, y podemos seguir con nuestra vida, no es que estamos todos frenados”, expresó finalmente.
LC/FL