La llamada “doctrina Irurzun”, que disparó las prisiones preventivas de ex funcionarios kirchneristas en los últimos meses de 2017, se pondrá a prueba en la Cámara de Casación en los próximos días. Pero lo curioso es que no será con el caso que la hizo famosa: el que derivó en el desafuero y la detención de Julio De Vido. Sorpresivamente, la defensa del ex ministro de Planificación desistió ayer de sostener el recurso en esa instancia cuando estaba a punto de discutirse el procesamiento por el desvío de fondos para la construcción de la mina Río Turbio.
La decisión llamó la atención en tribunales, según indicaron fuentes judiciales a PERFIL. Precisamente, la apelación de De Vido iba a ser tratada por los jueces Eduardo Riggi y Angela Ledesma, que se quedaron en la última quincena de enero. Pero tuvieron votos encontrados y había que llamar a un tercero para desempatar. A último momento se convocó a la jueza Liliana Catucci, pese a que había planificado volver de su licencia en febrero.
Suspicaz, De Vido prefirió correrse ante un fallo desfavorable. En su entorno justificaron la jugada como en un tablero de ajedrez. Dicen que aún tienen decenas de recursos por plantear y que el juez Luis Rodríguez aún está investigando. Tiene que resolver si procesa a una veintena de imputados a los que el fiscal Carlos Stornelli pidió detener. Además, De Vido guarda la esperanza de que la Sala I de la Cámara Federal revierta su procesamiento por la compra de gas licuado.
Memorándum. Será entonces el caso del Memorándum con Irán, en donde Casación pondrá bajo la lupa la “doctrina Irurzun”. La tarea estará en manos de la Sala I, con los jueces Gustavo Hornos, Carlos Mahiques y Ana María Figueroa. A Hornos se lo mencionó para la Procuración, Mahiques fue ministro de María Eugenia Vidal y Figueroa sabe que el Gobierno pidió su cabeza.
Las órdenes de arrestos por el Memorándun –con Cristina Kirchner incluida pero con fueros– fue firmada por el juez Claudio Bonadio y ratificada por la Cámara Federal. Algunos dicen que así Irurzun ratificó su propia doctrina. Pero al juez no le gusta que los periodistas lo hayan hecho famoso por esta lógica. “No hay una orden para detener ex funcionarios. Se analizó cada caso. Y De Vido presidía la Comisión de Energía en Diputados y había una sospecha de destrucción de pruebas. A la doctrina Irurzun la operaron”, se quejan en el entorno del magistrado.
“La corrupción es el delito estrella. Para un narcotráfico hay ciertos parámetros, para un ex funcionario se agregan otros”. Jueces y fiscales de Comodoro Py 2002 coinciden: “Irurzun no inventó nada. Cuando se aplicó la misma lógica a los militares en causas de lesa humanidad, en plena democracia, por los lazos que podían tener con otros militares, a nadie le llamo la atención”.