El juez federal Claudio Bonadio recibió este jueves la notificación del Senado, que aprobó los allanamientos a tres propiedades de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas. Uno de los domicilios involucrados se encuentra en el barrio porteño de Recoleta, más precisamente en la intersección de las calles Juncal y Uruguay. El tránsito en el lugar permanece cortado. La actual senadora se encuentra en estos momentos en la casa de su hija, Florencia Kirchner.
En el lugar se hicieron presentes seis patrulleros y se dio inicio al allanamiento minutos después de las 12. Ingresaron al lugar efectivos policiales junto con dos testigos, según consignó el periodista Martín González del canal Todo Noticias.
En las afueras del departamento se ubicó un grupo de militantes que brindan su apoyo a la legisladora. Algunos de ellos portaban carteles con la leyenda: "Cristina es del pueblo, no se toca", o "Justicia es comer todos los días. Bonadio es Macri". El objetivo de los allanamientos no es encontrar dinero allí, sino verificar si los espacios físicos de los inmuebles coinciden con las descripciones que Bonadio escuchó en su despacho.
"Estamos frente a una farsa y no un procedimiento judicial", expresó ante la prensa el abogado de Fernández de Kircher, Carlos Beraldi. "Puse a disposición elementos del domicilio. El juez ordenó sacarme del edificio", agregó. En ese sentido adelantó: "Vamos a pedir el juicio político de Bonadio".
Antes del operativo, Gregorio Dalbón, otro de los letrados de la exmandataria, volvió a calificar como "un circo" y parte de "un hostigamiento" contra la senadora. "Es una cuestión que quiso hacer (Claudio) Bonadio para humillar a Cristina", señaló.
Asimismo, detalló que en el inmueble "no hay absolutamente nada más que recuerdos y cosas personales". Por ello, concluyó: "Un allanamiento difícilmente se anuncia con tantos meses", sino que se realiza "de improvisto".