POLITICA
cambios en el poder

Lacunza logró tener autonomía y alejarse del control de Peña

El ministro de Hacienda se recostó sobre el ala política y consiguió el aval de Macri. El jefe de Gabinete sigue perdiendo influencia.

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Ministro. Desde que asumió, Lacunza evitó el seguimiento peñista. | cedoc

El derrumbe macrista de las PASO no alcanzó para llevarse puesto a Marcos Peña. El jefe de Gabinete es una continuación del Presidente, tal como explicó Mauricio Macri. Pero el tamaño de la caída tampoco fue inocuo para el statu quo de la Casa Rosada. El golpe logró debilitar el personalismo de Peña, y en paralelo habilitar un ascenso impensado: el de Hernán Lacunza.

A partir de la fragilidad generalizada del oficialismo, el nuevo ministro de Hacienda debutó siendo autónomo. Lacunza le contó sus ideas directamente a Mauricio Macri, sin la habitual mediación de Peña. Y el Presidente lo escuchó y acató. Lo hizo incluso en contra de su férrea ideología. Nicolás Dujovne, en cambio, le reportaba al jefe de Gabinete. Y el otro antecesor de Lacunza y Dujovne, Alfonso Prat-Gay, fue despedido en gran medida por no alinearse con los controles del peñismo.

Lacunza llegó a la Rosada prestado por la administración bonaerense de María Eugenia Vidal. A la gobernadora todavía le dura el enojo con Peña: le achaca errores, tanto en la conducción de la campaña como en la gestión. “Hernán tiene otra cosa en la cabeza. Va a hacer él lo que deba, no lo que sugiera Marcos. Entró por fuera de ese esquema, y no está atado a la lógica de campaña”, afirma un funcionario del vidalismo.

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El domingo pasado, la comunicación del cepo light estuvo a cargo del Ministerio de Hacienda y el Banco Central. Pasado el mediodía, se filtró uno de los dos DNU de Macri. Unas horas más tarde, Lacunza dio dos reportajes televisivos: a los periodistas Luis Novaresio y a Jorge Lanata. Ahí, apeló a una sucesión de metáforas marítimas y gastronómicas. La del ministro fue la primera y única voz oficial que apareció para dar detalles sobre esas medidas.

El lunes a la mañana, expuso en la reunión de gabinete encabezada por Macri. Después, sin la presencia del presidente del Banco Central, Guido Sandleris (con quien existieron fricciones), dio una conferencia de prensa en el salón de los pueblos originarios.

Desde que asumió, una semana después de las PASO, Lacunza se ganó el respaldo de la tribu política del macrismo. “Hablamos el mismo lenguaje”, afirma un vocero de ese sector, marginado por el peñismo desde los inicios de Cambiemos.

En reuniones con los funcionarios Rogelio Frigerio y Sebastián García de Luca, el diputado Emilio Monzó y los senadores Federico Pinedo y Miguel Pichetto, resolvieron en conjunto posponer la presentación del proyecto para renegociar parte de la deuda. Históricos adversarios de Peña, los militantes del ala política conectan rápidamente con el ministro de Hacienda. Junto a Lacunza a su vez asumieron un papel novedoso: el de voceros moderados y antigrieta de la Rosada. Macri avaló el giro.

El jefe de Gabinete no volverá al Congreso

De acuerdo con el artículo 101 de la Constitución Nacional, el jefe de Gabinete “debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus cámaras para informar la marcha del Gobierno”. Marcos Peña no pisa el Congreso desde abril pasado y, según estimaron a PERFIL desde el oficialismo, no volverá a hacerlo hasta que termine el mandato de Mauricio Macri.

Además de conformar una falta a sus obligaciones, la ausencia en cinco meses refleja una estrategia por correr de la escena a un jefe de ministros que fue sumando cuestionamientos en simultáneo con la profundización de la crisis.

En la última semana, Peña presentó a Diputados el informe de gestión 122 en el que contestó 1.077 preguntas que realizaron legisladores de todos los espacios. La excusa es que la campaña electoral tiene frenada la actividad legislativa, pero lo cierto es que no hubo mayor énfasis desde el oficialismo para impulsar una convocatoria para que el jefe de Gabinete se someta en vivo a las preguntas de una oposición plagada de críticas.

Peña, que brindó 28 informes durante su gestión, fue el 27 de marzo al Senado y por última vez a Diputados el 10 de abril, donde contestó preguntas en su mayoría orientadas a la marcha de la economía, las tarifas de servicios públicos y la situación social.