Los secretos de las discusiones por el control remoto en la cama del matrimonio presidencial, las pesadillas que tuvo Néstor Kirchner –soñaba con peleas– en las noches previas a la mañana en que falleció o aquel secreto pedido de disculpas que le transmitió a su esposa luego de la batalla con el campo por las 125 por “no poder cuidarla más”, son algunas de las confesiones íntimas que hizo la Presidenta en la entrevista que se verá hoy a las 19 por América y luego en la pantalla de la TV Pública. Es la primera vez después de cuatro años que Cristina Kirchner volvió a responder preguntas y que se abrió por completo en una entrevista. Lo hizo primero con un periodista oficialista como Hernán Brienza –que repreguntó poco– y luego con Jorge Rial, a quien ella en persona eligió como entrevistador entre una lista de candidatos que le ofrecieron Juan Manuel Abal Medina y Alfredo Scoccimarro. La posibilidad de volver a usar el estudio que se montó en Olivos, con cámaras, varios productores y técnicos, mejores luces que algunos canales de aire y vista a los jardines de la casa de la Presidenta, esconde también un profundo gesto de apertura oficial. Cristina no sólo se mostró vulnerable en el reportaje –lloró en dos oportunidades–, sino que explicó, algo pocas veces escuchado, las razones que la llevaron a tomar la decisión de implementar una de las medidas más impopulares de su Gobierno: el cepo cambiario. Apuntó a un presunto golpe financiero, orquestado, claro, por los mismos actores que luego ayudaron a contener el precio del dólar. A Rial no le permitieron llevar cámaras a la entrevista que no sean las de Presidencia. Hizo un reportaje de una hora, que a pedido de ella se transmitirá en dos partes, sin edición. Ya hay planificadas más entrevistas con otros periodistas para el ciclo que busca mostrarla abierta e íntima.
