La implementación por primera vez de las elecciones primarias para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires golpeó a los candidatos bizarros o mediáticos y a los partidos que participaban por primera vez. El umbral del 1,5% exigido para pasar a la elección general, castigó a las nuevas propuestas y a los aventureros.
La alianza SurGen, en la que competían Sergio Abrevaya y Humberto Tumini, y el Movimiento para el Bien Común (con el titular de la Alameda Gustavo Vera y Leonardo Fabre en competencia), quedaron fuera de competencia. Después de integrar en 2013 el exitoso frente UNEN, mostraron una performance baja al jugar en soledad. Esto ocurrió a pesar de que en el caso de SurGen contaban con el apoyo de la presidenciable Margarita Stolbizer, mientras que Bien Común había sumado el apoyo de Pino Solanas en el lanzamiento de sus candidaturas y de sectores de la CGT de Moyano durante la campaña.
También sucumbió al efecto PASO el partido de Pablo Ferreyra, que llevó a las urnas una propuesta bolivariana y filokirchnerista por fuera de la interna del Frente Para la Victoria. En el anterior turno electoral había logrado acceder a una banca en la legislatura. En esta compulsa quedó por debajo del punto porcentual. Más atrás aún quedó el Partido Humanista, por debajo del 0.5, que en anteriores elecciones había adherido a las listas locales del oficialismo nacional.
Otro grupo de partidos que quedaban fuera de competencia eran las opciones de izquierda que jugaron en soledad, el Nuevo MAS y el MST. Este último había optado por una estrategia novedosa: presentar cuatro candidatos a Jefe de Gobierno para apuntalar la candidatura de Alejandro Bodart a la legislatura en busca de la reelección. Gracias a esta alternativa, pudo contar con un fuerte presupuesto para publicidad en las calles que le permitió una presencia mucho más grande en las paredes de Buenos Aires, pero no alcanzó para superar el umbral del 1,5%.
A pesar de que logró un fuerte impacto mediático con su consigna “cortá la bocha” e incluso alardeó de estar peleando el segundo lugar, el actor Ivo Cutzarida quedó por debajo del punto porcentual y no podrá llevar al partido de los Rodríguez Saá a la elección de julio.
También quedó afuera, en el último lugar, la Alianza Movimiento Federal, que llevó como candidato al abogado Enrique Piragini, quien impulsó denuncias contra el gobierno por corrupción e incluso demandó ante la justicia que se exhume el cuerpo Néstor Kirchner por la sospecha de que había muerto por un disparo.
En duda. Quienes deberán esperar hasta el recuento de los últimos votos son los dirigentes de Camino Popular Claudio Lozano, candidato a Jefe de Gobierno, e Itai Hagman, con el primer lugar de la lista a legisladores. Los datos oficiales los dejaban al borde del límite del 1,5%. Los números que llevaban sus fiscales habían anticipado temprano que sería una pelea difícil, hasta la última urna, porque el “punteo” mesa a mesa daba datos positivos en algunas de ellas y desalentadores en otras.