En su columna del último fin de semana, Macristófeles, Gustavo González analizó la existencia de una “mesa chica” del núcleo duro del macrismo que se reunía semanalmente para hablar sobre la justicia en tiempos en que gobernaba Mauricio Macri. “Una acusación que dice que Macri comandaba una estructura estatal y paraestatal que presionaba a los jueces y utilizaba los servicios de Inteligencia y la AFIP para perseguir a los opositores”, señala González. “La denuncia sobre las operaciones judiciales del macrismo no es nueva y forma parte del lawfare que Cristina viene denunciando. Lo nuevo es responsabilizar a Macri como jefe de esas supuestas operaciones y, en tono de prueba", explica.
González relata que el kirchnerismo acusa al expresidente y su jefe de Gabinete, Marcos Peña, de liderar semanalmente una “mesa judicial” que se reunía los sábados por la mañana en la quinta de Olivos para impulsar denuncias contra los ex funcionarios kirchneristas, en especial contra la ex presidenta y su familia y hacían el seguimiento, operando sobre los juzgados para acelerar las causas. Esa “mesa judicial” se vinculaba a su vez con la AFI a través de su titular, Gustavo Arribas, y con otra suerte de “mesa judicial” que trabajaba en la AFIP, supuestamente en el área de la Subdirección de Coordinación Técnico Institucional, explica la nota, y aclara algunos puntos. “Esa “mesa” existía, la presidía Peña y la integraban, entre otros, el ministro Germán Garavano; el secretario Legal y Técnico, Pablo Clusellas, y el jefe de asesores, José Torello. No tenía lugar los sábados en Olivos (...) sino los martes a la mañana en la Rosada. Eran reuniones que aparecían en la agenda de los periodistas acreditados. Luego, off the record, sus integrantes decían que se habían tratado los pliegos de nuevos jueces y fiscales, o la conflictiva relación con la Corte, o el presupuesto judicial o cómo impactaban en las arcas públicas causas como la del reajuste de las tarifas. No lo decían, pero se podría presumir que también hablarían de las grandes causas de corrupción, como la de los cuadernos”.
Macristófeles, por Gustavo González
En el mismo sentido, pero en dirección opuesta, la ahora oposición, denuncia al nuevo oficialismo, de hacer algo similar a lo que hicieron ellos cuando estaban en el poder entre 2015 y 2019. Así, la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio advirtió sobre "el avasallamiento del Poder Ejecutivo sobre el Judicial". “Juntos por el Cambio quiere advertirle a la población sobre el avance del Poder Ejecutivo sobre el Judicial”, se quejaron en un comunicado tras una reunión la semana anterior para analizar su posición sobre las jubilaciones de privilegio, donde también mencionan la situación judicial en Jujuy. "Avasallar una provincia gobernada por Juntos por el Cambio y a un gobernador que ha demostrado a lo largo de su vida el compromiso con la República y los derechos humanos para garantizar la impunidad de Milagros Sala”, agregaron.
En este contexto de acusaciones cruzadas, se sumó la polémica entre Carlos Pagni y Cristina Kirchner. El periodista de La Nación había señalado en un editorial que “la idea de manipular a la Justicia para perseguir a alguien es defectuosa desde el punto de vista de la aplicación histórica, porque los jueces de Comodoro Py empezaron a hacer un uso compulsivo, indiscriminado y violatorio de las prisiones preventivas cuando el diario La Nación un domingo estuvo por publicar la foto de todos los jueces federales de Comodoro Py que eran responsables de la impunidad del kirchnerismo. A raíz de ello, varios magistrados pensaron que debían producir una noticia para desplazar esa tapa, y metieron preso a Ricardo Jaime. La opinión pública y la prensa es lo que hizo que contrafóbicamente sobreactuaran los jueces con las prisiones preventivas, que ahora en muchos casos las vemos como aberrantes. Esto que llama Cristina Kirchner lawfare es la contracara de la impunidad que disfrutó su propio equipo cuando ellos estaban en el poder” disparó el periodista.
El kirchnerismo cruzó a Carlos Pagni por una acusación de lawfare contra Comodoro Py
La vicepresidenta le respondió con los tapones de punta. "Un conocido periodista acaba de 'informarnos' (claro que cuatro años después) que en el año 2016 el diario La Nación estuvo a punto de dedicar una tapa de domingo a los jueces de Comodoro Py que no habían 'perseguido' a funcionarios de nuestros gobiernos", tuiteó. Y siguió: "Dijo también que, a partir de ese dato, un juez federal (Julián Ercolini) 'paró la publicación de la tapa' ordenando la detención repentina de un exfuncionario (Ricardo Jaime) -y yo agrego- que, además, había dejado de serlo… ¡en el año 2009!", completó
Y el periodista tampoco se quedó callado. "Es evidente que nadie ayudó a la vicepresidenta a precisar la información. Una simple búsqueda en la web de La Nación le haría notar que las notas se publicaron. Lo que se afirmó el lunes fue que 'cuando estaban a punto de publicarse' los jueces reaccionaron. No que no se habían publicado. De leer el texto, también podría advertir que allí se describía un estado de cosas, sin reclamar acción judicial alguna. Menos todavía la captura de nadie, como ayer publicaron, por mala fe o haraganería, periodistas abocados a la propaganda oficialista", recalcó. Pagni aseguró que el matutino consignó "en qué estado estaban las investigaciones sobre los funcionarios de ella y de su esposo" y opinó que "es raro el punto de vista de la vicepresidenta" ya que "si ella y sus subordinados y amigos estaban tan seguros de su inocencia, deberían haber sido los primeros en reclamar la celeridad de los procedimientos".
La guerra de acusaciones no comenzó ahora, pero lo que está claro es que está lejos de terminar. La liberación de Julio de Vido, los comentarios de Juan Grabois contra las condiciones de detención de Luis D’Elía y la situación judicial de Milagro Sala, son algunas de las batallas que se siguen librando y no permiten imaginar que la paz esté cerca.
CP