La mano derecha de Carlos Zannini, Carlos Emilio Liuzzi, cerró un lujoso spa que tenía en el complejo Zencity en Puerto Madero, después de que la Justicia Federal iniciara una investigación en busca de pruebas por supuesto enriquecimiento ilícito. La sucursal Madero de Iobella –una cadena de un centro de estética muy reconocida– cerró sin fecha de regreso, según pudo comprobar PERFIL in situ. No está previsto que reabra. Los dos locales que ocupaba en el complejo, por los que, según publicó Clarín, pagaba 12 mil dólares al mes, están pintados de blanco y desocupados.
Sin embargo, en el primer piso mantendría otro centro de estética, que no puede verse desde la calle. Una fuente se lo dijo a PERFIL bajo reserva de nombre. La que comandaba esa rama del negocio de Liuzzi era su pareja, Thaiss del Corazón de Jesús Hidalgo, que trabaja con él en la Subsecretaría de Legal y Técnica.
La ex esposa de Liuzzi, Gloria Martínez, es subsecretaria de Asuntos Legales en Canal 7. Tiene un patrimonio, según su última declaración jurada, de 2,6 millones de pesos, que incluye una casa en un country, dos departamentos, cocheras, tres vehículos y depósitos en dólares.
Carlos Liuzzi, que se hizo famoso por “parar” un allanamiento a una financiera de un amigo llamando al juez federal Norberto Oyarbide, es la mano derecha del secretario de Legal y Técnica. Se ocupa de los detalles que le delega el hombre que hoy es el candidato a vicepresidente de la Nación, y que es la voz más escuchada por la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner. La Justicia está detrás de los bienes de Liuzzi, pues sospecha que no tiene cómo justificarlos.
En 2013, su declaración jurada arrojó un patrimonio de 6,3 millones de pesos. Un año después, su patrimonio subió a 7,2 millones de pesos, una evolución del 14,2%. Liuzzi tenía bajo perfil, pero tras el escándalo lo bajó aún más. Sin embargo, eso no le impidió mover sus influencias. Según publicó el diario La Nación, Liuzzi nombró a 22 familiares y amigos en el Gobierno. Siguió los pasos de Zannini, que ubicó a sus cuatro hijos.
El enriquecimiento ilícito persigue a varios funcionarios del kirchnerismo. El caso más emblemático quizás sea el del vicepresidente Amado Boudou, que está procesado por haberse apropiado de la imprenta Ciccone para hacer negocios con el Estado. Pero no es el único. También es investigado el millonario ex ministro de Salud, Juan Manzur. La presidenta, Cristina Kirchner, fue sobreseída por esa acusación en tiempo récord.