Los números de Quirós para un pronóstico optimista en la Ciudad
Todos los días, con la obsesión por los datos estadísticos, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, analiza números de la pandemia. Tiene la misma afición por los datos duros que su jefe político, Horacio Rodríguez Larreta, y son la herramienta clave para poder trazar la estrategia sanitaria a mediano plazo contra la pandemia.
En ese marco, la última semana en la “mesa Covid” que se reúne a diario aparecieron, por primera vez en meses, algunas muecas de sonrisa: los números le marcaron al Gobierno porteño un sostenido descenso de casos.
La semana pasada el promedio de infectados bajó de 2.700 a 2.200 y los últimos días se consolidó esa tendencia a la baja: 1.948 casos el jueves, 1.951 anteayer y 1.704 ayer. Las altas, en contraposición, superaron los 2.400 casos por día. Esto implica que el índice R, que calcula la cantidad de infecciones que provoca un contagiado, se ubica debajo de 1.
Con todo, Quirós repite que se trata de una “meseta alta”, a pesar de que las camas de terapia intensiva se encuentran ocupadas, en el sector público, debajo del 75% (llegaron a superar el 80% hace dos semanas).
Con estos números, Larreta aspira a llegar a mil casos diarios dentro de un par de meses. Esa es su aspiración, además, para poder comenzar un proceso progresivo de liberación de actividades económicas y sociales.
Los casos del día: 23.627 contagiados
456 muertos
El descenso, creen en el ministerio de Salud porteño, se dio por el avance de la vacunación y la gran cantidad de testeos que se realizan en la Capital Federal, más del 20% del total del país a pesar de que los vecinos porteños alcanzan el 7% de los argentinos en el país.
Efectos del cierre. “Recién en esta semana empezamos a ver los resultados del cierre de nueve días que tuvimos”, explicaron a PERFIL desde la sede gubernamental de la calle Uspallata, en Parque Patricios.
En este contexto, los funcionarios porteños prevén que, como mucho, tendrán que realizar otro cierre si es que los casos vuelven a dispararse, sino, creen, con el avances del plan de vacunación podrán ir liberando progresivamente actividades.
En ese contexto, Quirós festejó que está por terminar de vacunar al 1,2 millones de personas con factores de riesgo en la Ciudad y pudo abrir la inoculación para mayores de 50 años sin enfermedades previas.
En ese marco, por lo bajo, en la larretismo siguen con críticas al gobierno nacional por dos cuestiones. En primer lugar, la falta generalizada de vacunas y apuntan que en la Ciudad ya se aplicaron más del 90% de las que ingresan dado que tienen la capacidad para inocular entre 20 y 25 mil personas.
En segundo lugar porque la distribución la consideran inequitativa: el ministerio de Salud que conduce Carla Vizzotti reparte las dosis por población general y no por población de riesgo. En la Ciudad hay una proporción mayor de adultos mayores y personas de riesgo que en la mayoría de las provincias.
Con todo, en la Ciudad ven con orgullo un dato: la semana que pasó llegaron a vacunar, con al menos una dosis, a uno de cada tres porteños.
Kreplak: “Se observa una caída consistente”
RP.
El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, dijo que se observa “una caída consistente” de contagios de coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y consideró que adelantar las vacaciones escolares de invierno “es una estrategia interesante e inteligente”.
“Los casos en el AMBA han cedido, por suerte, los últimos días, sobre todo, se está a viendo una caída que es consistente, no solo en cantidad de casos, sino respecto de varios indicadores seguimos”, afirmó Kreplak en diálogo con radio Mitre.
En ese marco, aseguró que esa baja “ya se empieza a ver también en el interior provincial; de todas formas, en el interior todo depende mucho de cómo se fueron aplicando las restricciones en cada lugar”.
En ese sentido, señaló que “no en todos lados tuvieron el mismo nivel de cuidado, por eso creemos que es muy atinado el sistema de fases, porque en algunos lugares hay que tener más restricciones”.
Sobre las causas de la caída de contagios, Kreplak destacó que “siempre es difícil saber la exacta causalidad, pero hay una correlación interesante y nosotros vemos que entre los siete y 14 días de la toma de una medida restrictiva empieza a darse el impacto”.
En esa línea, comentó: “Vemos que con el cierre más fuerte se notó un freno en el ascenso abrupto de casos. Pero es obvio que esto tiene dos caras: la positiva, que con un cierre fuerte bajan los casos, y la negativa, que cuando se vuelve a una mayor actividad el temor es que en una semana vuelvan a subir”.
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Al ser consultado sobre qué medidas se aplicarían luego del 11 de junio, que es la fecha de vencimiento del último decreto presidencial de restricciones, analizó: “Veremos qué se resuelve desde el gobierno nacional para la próxima semana, pero creo que en el sistema de fases, que sigue vigente en la Provincia, un un mecanismo muy válido”.
En ese punto puso como ejemplo el caso de Córdoba, “que ahora está con un alto nivel de casos. Entonces, no tiene sentido tomar las mismas medidas para uno u otro distrito”.
Subrayó además que “en el AMBA y en la Provincia estamos todavía con muchos casos, pero aún con alguna capacidad en el sistema de salud de seguir conteniendo”.
Y agregó que “también tenemos a favor el hecho de que estamos vacunando más de 100 mil personas por día, y esto va a tener un impacto fuerte en la cantidad de contagios, pero sobre todo en la gravedad de los casos”.