El sindicalismo comenzó el proceso de unidad con el primer acto público conjunto y la firma de un documento común el miércoles previo a la elección. El proceso fue comandado por Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN), en representación de los sindicatos oficialistas, y por Hugo Moyano, titular de la central enfrentada con el Gobierno, Juan Carlos Schmid (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte) y Gerónimo Venegas (UATRE) en representación de los gremios opositores. Es el único que jugó de lleno a favor de Mauricio Macri. Fue un modo de dejar sentado que el sindicalismo espera un futuro de mayor independencia frente al poder político, más allá del resultado que definieran las urnas ayer. Entre los gremios que apuestan por la unidad hay dirigentes que se volcaron por la candidatura de Daniel Scioli, apoyos de Cambiemos y varios que eligieron no pronunciarse en favor de ningún candidato. El proceso cuenta con fuertes apoyos, pero también grandes ausentes. Antonio Caló, secretario general de la CGT oficial y titular de la UOM, junto a otros gremios importantes, como Peones de Taxi y Smata, deseaba esperar la definición presidencial antes de avanzar en las negocaciones de unidad. Tampoco estuvo en la mesa Luis Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca, enrolado en el massismo. En el caso de Caló y sus socios en la CGT oficial su peso en las tratativas dependían del triunfo de Scioli. El objetivo será acercar posturas y esperar que los tres líderes que tienen un mandato como secretarios generales de las tres CGT (Moyano, Caló y Barrinuevo) den un paso al costado. Entre las fórmulas sobre las que ya se conversa está la posibilidad de una conducción colegiada temporal y la posterior elección de un nuevo líder. En Diputados, los sindicalistas como Facundo Moyano (UNA) y Abel Furlán (FPV) ganaban ayer dos bancas. Más complicado era el panorama para Omar Viviani, quinto en la lista porteña del FPV. Sorprendió en el massismo las declaraciones en favor de Scioli en la cuenta de Twitter del jefe de bloque Alberto Roberti (petroleros). Su mujer, Mónica López, había anunciado su pase al sciolismo a pesar de que integraba la lista del Frente Renovador al Parlasur.
