POLITICA

Los verdaderos aportantes de Nisman estarían ocultos

Los primeros testimonios recopilados por el juez indican que el dinero era remitido a la cuenta del fiscal por intermediarios.

Indagación. El juez Rodolfo Canicoba Corral intenta reconstruir la ruta del dinero que terminó en manos del fiscal.
| Cedoc

El 22 de agosto de 2014, la agencia de viajes Vivaterra SA, de Buenos Aires, depositó US$ 50 mil en la cuenta bancaria del fiscal Alberto Nisman en los Estados Unidos. La Fincen (The Financial Crimes Enforcement Network) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos informó al juez federal Rodolfo Canicoba Corral -a través de la UIF argentina- que “no pudo establecer el propósito comercial de esa transferencia”. Por eso, la considera “sospechosa” de lavado de dinero. La agencia de viajes es una de los nueve aportantes de la cuenta de Nisman en la mira. Otro es Damián Stefanini, un financista desaparecido en 2014.

Luego de que PERFIL revelara la lista de los depositantes de la cuenta que el fiscal tenía en el ex Merrill Lynch de Nueva York, hoy Bank of America, un abogado se presentó esta semana informalmente ante el juzgado de Canicoba en nombre de Vivaterra SA.

Triangulación. El letrado venía a transmitir un mensaje de la empresa que de ser cierto podría comenzar a aclarar cómo era el mecanismo por el que Nisman recibió casi U$S 600 mil en dos años. El fiscal apareció muerto el 18 de enero y la causa de su muerte aún es dudosa. Esta empresa deberá rendir explicaciones ante la Justicia.

Según el mensajero de Vivaterra SA, una persona de confianza de la compañía le entregó a la agencia U$S 50 mil y le solicitó que los enviara a una cuenta en los Estados Unidos. Así, la identidad del verdadero depositante de los fondos quedaba resguardada. Y el origen del dinero, también.

La misma operatoria podría haber sido utilizada por el resto de los depositantes: el financista Stefanini, quien le envió U$S 150 mil; una firma de Hong Kong, que le transfirió U$S 134.975; un empresa de La Florida y su dueño, un empresario argentino-estadounidense, por U$ 100 mil. Otros, como Claudio Picón, que le depositó US$ 72 mil entre el 24 de enero de 2013 y el 19 de marzo de 2014.

Para todos ellos, el organismo anti-lavado de los Estados Unidos consideró lo mismo: son “sospechosos” y “no se pudo establecer el propósito comercial” de esas transferencias.

Indagatorias. Tras el pedido del fiscal Juan Pedro Zoni, el juez Canicoba citó el viernes a indagatoria a la madre y la hermana de Nisman, al técnico informático Diego Lagomarsino y al empresario Picón como presuntos cómplices de lavado de dinero.
Creen que los imputados habrían participado de una supuesta maniobra de lavado y posible defraudación a la administración pública que cometió Nisman.

Pero el juez fue más allá. Ordenó “la intervención judicial” y la instalación de veedores en la firma Palermopack S.A., de Picón.
Esa firma es dueña del automóvil marca Audi que manejaba el fiscal, Picón le “vendió” dos departamentos y dos cocheras a Sara Garfunkel, Nisman guardaba un comprobante de una transferencia de U$S 200 mil hecha desde una cuenta de Picón en el Bank of America.

Asimismo, entre los bienes embargados por orden del juez Canicoba Corral hay tres chacras en Uruguay a nombre de Sara Garfunkel, el Audi y la participación en un fideicomiso para la construcción de un edificio torre en Dorrego 1771, en Palermo. Garfunkel tiene allí dos departamentos.

La búsqueda. El objetivo de Conicoba es poner sobre la lupa Palermopack, cuyo dueño está indirectamente relacionado con un ex agente de la CIA. Ordenó “fiscalizar la sociedad e informar al tribunal acerca de la eventual existencia de bienes aún no individualizados que puedan constituir el producto o provecho del delito de lavado de activos o de cualquier otro ilícito”, según consta en la citación a indagatoria a la que accedió PERFIL.

En la cuenta que el fiscal abrió a nombre de su madre, Sara Garfunkel, y de su hermana Sandra hay un total de U$S 666.690, depositados “entre el 13 de septiembre de 2012 y el 19 de agosto de 2014”.

 El año pasado, Nisman incorporó como titular de la cuenta al experto informático Diego Lagomarsino, el hombre que le prestó el arma con la que terminó con un tiro en la cabeza.