La grieta no tardó en decir presente tras el cambio de gobierno. Bastó que Alberto Fernández enviara su primer proyecto de ley para que las aguas se dividieran. Y uno de los senadores que criticó con mayor vehemencia la emergencia sancionada por el Congreso ayer fue el formoseño Luis Petcoff Naidenoff, radical e integrante de Juntos por el Cambio. Tras la maratónica jornada parlamentaria de ayer, Naidenoff habló con PERFIL acerca de esta norma y del rol de Cambiemos en la vereda opositora.
- ¿Qué le pareció lo más grave de la Ley de Emergencia?
- Lo central tiene que ver con el mensaje político. Un Gobierno que recién asume y que se excusa en una situación que no es tal para decretar nueve emergencias, cuando en la Argentina la emergencia ha sido el paraguas protector de la arbitrariedad y del secuestro del poder en manos del Ejecutivo. Y esa discrecionalidad siempre terminó de la peor manera, con funcionarios definiendo por sí solos determinadas cuestiones que hacen al quehacer del Estado y, en algunos casos, con manejos de subsidios indiscriminados, con decisiones de pisar tarifas y generar inflación. Doy un ejemplo emblemático: la emergencia ferroviaria posibilitó el cruzamiento y el desmanejo entre funcionarios irresponsable con determinados empresarios. Y por la falta de inversión, el pésimo control, el mal manejo y la complicidad del Estado esto terminó en la tragedia de Once.
- ¿Si la emergencia rigiese por un período acotado de tiempo le parecería menos preocupante?
- La historia de Argentina te demuestra que las emergencias nunca respetan los períodos por los cuales fueron establecidos. Y es un instrumento que te lleva a la discrecionalidad y a la arbitrariedad. Y el poder absoluto corrompe. Es un cheque en blanco y por eso no acompañamos ayer la discusión en el Senado.
- La eliminación del artículo 85, ¿le aporta calidad democrática a esta ley o fue una forma de colocar un ítem que, al quitarse, iba a demostrar vocación de consenso?
- Esta ley está muy lejos de ser democrática. Es cierto que el 85 era la convalidación del “vamos por todo”. Yo no sé si no fue una prenda de negociación. Creo que en el espíritu de la ley estaba avanzar con el 85. Quizás la reacción política que se ha dado en la Cámara de Diputados y también la reacción social frenó ese artículo.
El discurso de Naidenoff en la sesión de ayer
-¿La crisis que atravesó el Gobierno de Cambiemos dio lugar a que esta ley pareciera más urgente?
- Es que fue muy grosero bajar un relato de tierra arrasada o de país devastado para establecer, bajo ese discurso, un tremendo impuestazo a los sectores medios de la sociedad. Y la principal variable de ajuste son los jubilados. Porque lo que hacen con esta ley es dejar sin efecto el sistema de movilidad previsional y pagarles a los jubilados por debajo de lo que está reglamentado hoy. Tienen que aceptarlo: esta ley licúa el gasto público con el esfuerzo de los jubilados. Hay que decirlo con todas las letras, porque en 2017 casi incendian el Congreso y bastardearon a los legisladores de Cambiemos por aprobar una fórmula que contemplaba un seguro contra la inflación. Una movilidad que fue mucho mejor que la que había establecido el Gobierno de Cristina. Y hoy eso se borra de un plumazo, a cambio de que Alberto Fernández decida otorgar algún bono a quienes cobran la mínima. Si ellos querían cuidar el salario de los jubilados hubiesen dejado la ley. Pero ésta es su hoja de ruta. El programa de este Gobierno es un ajuste brutal, que tiene dos caras: uno es el aumento de impuestos a los sectores medios, productivos y medio bajos de la Argentina. Y la otra cara es la licuación de jubilaciones para bajar el gasto. Pero, al mismo tiempo, eximen el pago de la renta financiera. Es una vergüenza. Hablar de un Gobierno nacional y popular, con estas medidas, es un acto de hipocresía política.
-En relación a la eliminación de renta financiera la justificación tiene que ver con fomentar el ahorro en pesos.
- Pero que lo digan. El artículo 34, que es el que exime el pago de la renta financiera se sacó de prepo, sin leerlo.
- ¿Hay alguna parte de la ley que le parezca razonable?
- Por supuesto, pero debería ser ley por ley. Porque acá establecieron delegaciones de facultades cuando el Ejecutivo no lo necesitaba. Por ejemplo: aprobamos un artículo para que el Gobierno avance en la renegociación de la deuda, pero el artículo 37 de la Ley de Administraciones Financieras ya faculta al Ejecutivo a avanzar en la reestructuración de la deuda pública. No necesitaban facultades para suspender tarifas por 180 días, porque ya existen organismos y entes encargados para avanzar en ese sentido. Hubo un abuso. Lo sintentizo así: bajo el discurso de emergencia o de crisis terminal, que no existe, lo que se hizo fue el secuestro de facultades legislativas en manos del Poder Ejecutivo.
- ¿Cómo tomó ayer el momento en el que Cristina Kirchner, en su rol de presidenta del Senado, le dijo "no sea amargo, senador"?
- No, para ser sincero ni siquiera lo escuché. Lo leí hoy en los diarios. Y hay veces que en política se cometen exabruptos, pero que después vienen de la mano de las disculpas de rigor, porque Argentina necesita avanzar en los temas importantes. Respecto del rol de Cristina, ella preside la Cámara, no es parlamentaria, por lo cual tendrá la potestad de cuando se produzca algún exceso hacer un llamado al orden. Le doy un crédito, es una parlamentaria con muchos años de experiencia. Pero va a tener el desafío de no parlamentar.
- ¿Cómo cree que se moverá Juntos por el Cambio como oposición?
- Es una coalición, que nace de la diversidad de las propias fuerzas. Habrá que contemplar las realidades de los gobernadores provinciales y de los intendentes que tienen la responsabilidad de administrar. Y nuestra responsabilidad en el ámbito parlamentario es la de articular y cohesionar la coalición respetando la diversidad. La cuestión pasa por defender los grandes valores que nos unen, más aún por la responsabilidad de los 10 millones de votos que nos dieron en octubre.
JPA/FeL