El Gobierno volverá a convocar a una nueva ronda de gobernadores la semana que viene. Tras la primera tanda que pasó por la Casa Rosada esta semana, el presidente Mauricio Macri le ordenó al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que avance, tras una primera ronda con siete mandatarios provinciales.
En particular, aquellos que Macri denomina “racionales”, con los que cree que puede sostener un diálogo sobre la macro economía y, sobre todo, las causas del acercamiento al FMI así como el devenir de las obras públicas. El Presidente, que ayer hizo un alto en su semana difícil para inaugurar un taller ferroviario en Bragado junto a María Eugenia Vidal, busca no quedar aislado en su travesía hacia el Fondo.
La semana que viene llegará el turno de Juan Manuel Urtubey (Salta), quien no pudo concurrir el jueves pasado por haber sido padre nuevamente junto a la actriz Isabel Macedo. También en la agenda presidencial estarán Omar Gutiérrez, de Neuquén; Alberto Weretilneck, de Río Negro (¿será candidato a senador con Cambiemos en 2019?); y Lucía Corpacci, la peronista de Catamarca.
Más adelante se sumarán dos peronistas de relación equidistante con el Gobierno: Mariano Arcioni, de Chubut y el eterno Gildo Insfrán, de Formosa. Vale el dato: solo cinco de 24 gobernadores son de Cambiemos.
“Esta vez no queremos una gran mesa, sino mesas más chicas, y, sobre todo, que los gobernadores no estén mirando la foto del FMI sino la película y cómo salir de los vaivenes económicos”, explica a este diario un funcionario que trabaja en la planta baja de la Casa Rosada. “Y ellos quieren discutir la macro mano a mano con el Presidente”, agrega otro funcionario.
El ministro del Interior trabaja en tándem con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien acompaña en las reuniones al jefe de Estado y aporta su visión optimista. La marcha de la economía, el acuerdo con el FMI en especial, pero también las obras públicas y el impacto de las tarifas son los temas que tocan los mandatarios provinciales con Macri. También existe una coincidencia: la inmensa mayoría de ellos unen sus voces para criticar al asesor de Cambiemos, Jaime Duran Barba.
Por ahora, no pisarán la Casa Rosada ni Alicia Kirchner, que mantiene serios problemas para gobernar Santa Cruz, Carlos Verna, el peronista de La Pampa, y Alberto Rodríguez Saá, hoy enrolado en el cristinismo.
Frigerio, junto al viceministro político del Interior, Sebastián García de Luca (uno de los pocos peronistas que tiene un despacho en la Casa Rosada y quien cumplió apenas 38 años el miércoles pasado), son quienes tienen trato cotidiano con los gobernadores.
“Creemos que se rompieron prejuicios entre el Presidente y los gobernadores. Había, en un inicio, desconfianza mutua, y hoy las relaciones están mejor”, concluye una de las fuentes.
De todas formas, desde la aprobación del proyecto de ley previsional, a fines del año pasado, que el Gobierno no apelaba a los mandatarios provinciales. La coyuntura económica lo obligó.