El gobierno del presidente Mauricio Macri escala en su enfrentamiento político con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, poniendo a ambos países al borde de una crisis diplomática mayor.
En una jugada de último momento, el Poder Ejecutivo otorgó el estatus de embajadora plena a la representante de Juan Guaidó, cabeza de la Asamblea Nacional y líder de la oposición a Maduro –a quien la Argentina y más de cincuenta países reconocen hoy como presidente encargado–. Ahora avanzará en demandar el desalojo de la sede diplomática oficial, en el barrio de Palermo, a los funcionarios de la admnistración chavista, luego de cancelarles sus credenciales.
“A partir de la presentación de las copias de sus cartas credenciales, cuyos originales serán recibidos por el señor presidente de la Nación, la embajadora Trotta representa para todos los venezolanos residentes en nuestro país la autoridad máxima de Venezuela en la Argentina, quien además los podrá asistir en todas sus cuestiones consulares”, señaló un comunicado difundido desde la Cancillería poco después del mediodía.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países, en medio del enfrentamiento entre los gobiernos de Macri y Maduro, transitaban por una situación sui generis. A diferencia de otros países como Paraguay, que rompieron relaciones con el chavismo, Cambiemos cargó duro contra el líder bolivariano al punto de calificarlo de “dictador” y denunciarlo en La Haya, sin retirarse de Caracas ni tomar acciones contra sus representantes aquí más allá del cese de comunicaciones. En su lugar, entabló vínculos paralelos con Trotta, a través de quien canalizó toda la ayuda para la comunidad venezolana.
En abril último, Trotta fue reconocida en forma oficial como representante del presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, en un acto político que le otorgaba un estatus similar al de un embajador sin su rango institucional. Desde ayer, goza de las inmunidades del cargo, al ser identificada oficialmente como máxima representante diplomática de Venezuela en el país.
“Agradecemos el compromiso de la Argentina. Sin duda, este país ha sido un aliado fundamental en la defensa de los derechos humanos y la libertad en Venezuela, y esperamos que así continúe. Seguimos avanzando, y cada paso que damos significa una victoria en esta lucha por acabar con la crisis humanitaria que vive Venezuela”, citó sus palabras un comunicado emitido desde su representación.
Al cierre de esta edición, no había respuesta de las autoridades venezolanas que representan a Maduro. Tampoco indicios sobre el futuro de la misión argentina en Caracas, cuya suerte dependerá de cómo reaccione Maduro frente a este nuevo cachetazo diplomático de la Argentina.