Los martes a las 11 de la mañana de noviembre el ex presidente Mauricio Macri los tiene ocupados. Es que ese es el día que dispuso para recibir a dirigentes y ex candidatos a intendentes de la provincia de Buenos Aires.
El ex jefe de Estado comenzó a moverse nuevamente en la arena política con una agenda más frondosa y más metido en cuestiones de política doméstica de lo que acostumbraba: históricamente delegó esa tarea.
En ese marco, comenzó hace quince días a recibir a los llamados “sin tierra” del territorio bonaerense –aquellos dirigentes de distritos que no gobierna Juntos por el Cambio– y, a la vez, también sumó reuniones privadas con intendentes y con figuras como Graciela Ocaña, con quien estuvo la semana pasada.
Las dos primeras reuniones comenzaron el martes 27 de octubre y una semana después. Siempre en sus oficinas de Olivos, en Avenida Libertador y Alberdi, en el tercer piso, Macri espera a los dirigentes con Darío Nieto, su secretario privado, quien ya suena para la boleta de diputados de 2021. Ya no está Anita Moschini, la histórica secretaria que lo acompañó más de 20 años, ya no trabaja con él.
Entre café y agua, quien armó los listados de grupos es el diputado vidalista Alex Campbell, quien tuvo el “ok” de la ex gobernadora para los encuentros.
“Estoy para potenciar a los nuevos liderazgos”, es una de las frases que les dejó a los nueve dirigentes que ya pasaron a verlo. “Tenemos que seguir militando las causas de JxC, los valores y la defensa de las instituciones”, les plantea.
“Esta es la última posibilidad de defender a la Argentina: desde 1910 hasta acá Argentina viene cayendo”, añade. También, pidió que defiendan los “logros” de su gestión: la baja del gasto público, la política internacional y haber entrado en la “dirección correcta”, según revelaron a PERFIL.
También, quienes estuvieron con él pudieron oír una autocrítica al resultado económico –sostiene que justo cuando estaba por llegar al pico de la montaña no pudo alcanzarla–, la falta de política de su parte, y los escuchó hablar de sus distritos.
Los que allí estuvieron lo notaron “enchufado, más dirigente político que nunca”. Por caso, alertó sobre la injerencia de La Cámpora en la Dirección Nacional Electoral y en el Correo ante las elecciones de 2021. “Vamos a tener que tener mucho cuidado”, les dijo.
En la primera reunión estuvieron Lucas Delfino (Hurlingham), Ezequiel Pazos (José C. Paz), Segundo Cernadas (Tigre) y Agustina Ciarletta (a semanas de ser madre por segunda vez). En la segunda tanda, Guido Giana (Presidente Perón y cara visible de la lucha contra la toma de Guernica), Evert Van Tooren (Esteban Echeverría), la joven Rita Salaberry (Luján) y Gastón di Castelnuovo (Ituzaingó), entre otros.
La mayoría se va contento. A muchos de ellos les hubiera gustado poder tener ese contacto cuando estaban en el territorio y él era presidente.
A esta agenda bonaerense se le sumarán en los próximos días dos intendentes opositores: Javier Martínez, de Pergamino –cercano a Daniel Angelici– y Julio Garro, de La Plata, histórico del PRO.
Ya esta semana Macri se mostró con Graciela Ocaña en su oficina. No fue sola: la acompañó su histórica mano derecha, el presidente del bloque porteño Vamos Juntos, Diego García Vilas. El organizador del encuentro fue Francisco Quintana, que también se sumó. Allí hablaron de la importancia de la unidad opositora y coincidieron en fuertes críticas al oficialismo, en especial en temas institucionales. Según pudo saber PERFIL, fue un encuentro descontracturado, a pesar de casi no habían tenido diálogo en estos años.