Sergio Massa llegó con puntualidad al Alvear Palace Hotel para protagonizar la exposición más importante ante el círculo rojo que forma parte del Cicyp, el Consejo Interamericano de Comercio y Producción. Lo hizo un día después del discurso de su contrincante, Javier Milei, a quien sin mencionarlo le dedicó algunos pasajes de su alocución. Intentó generar expectativas, con los principales ejes de su campaña, y de brindar certezas, algo que reclaman los ejecutivos. En el medio, se llevó un nuevo respaldo.
El candidato a presidente por Unión por la Patria mostró sus cartas desde el vamos, como su equipo económico. A la cita, arribó con Guillermo Michel, titular de Aduanas, Leonardo Madcur, jefe de Gabinete de Hacienda, y Lisandro Cleri, del BCRA, entre otros. Una imagen que contrastó con la que entregó Milei el miércoles: el diputado no fue acompañado por miembros de su escuadra para economía, solo por dirigentes de su confianza.
El tigrense ni bien pisó el lugar charló y saludó a todos los presentes, incluso con chistes con aquellos con mejor sintonía y reparto de sonrisas. Dirigentes del peronismo presentes, como Juan Manuel Urtubey y Graciela Camaño, también estuvieron en la misma senda. Con un agregado: la diputada nacional del interbloque Federal se encargó de negar de manera enfática ante PERFIL que su apoyo al tigrense no incluye un puesto en un eventual gobierno del ministro, tal como circuló en ámbitos sindicales.
El líder del Frente Renovador obtuvo otro apoyo en la jornada con ejecutivos: en el coktail de bienvenida, un espacio reservado para los invitados al evento y medios, Francisco de Narváez, ex legislador nacional y hoy dedicado a su rol empresario, habló en contra de las propuestas del referente libertario y se mostró de acuerdo con los ejes de campaña del hombre de UxP.
Luego de la bienvenida de rigor, Massa dio un discurso ante un auditorio nutrido, con una asistencia que colmó el hotel de la zona norte porteña, de exactamente 22 minutos. No enseñó sorpresas: se dedicó a hablar de la importancia de la unidad nacional si llega a comandar la Casa Rosada, aseguró que con él comenzará una nueva etapa y cuestionó las propuestas de su contrincante de este domingo, con especial énfasis en las relaciones con Brasil y China.
El titular de Hacienda dio números y explicó los motivos por los cuales los vínculos comerciales son fundamentales, más allá de los signos partidarios. Y citó qué sectores hoy exportan al gigante asiático y al país vecino e integrante del Mercosur. “Mirar el mundo de acuerdo con la ideología es un error y siempre defendí los valores democráticos. En los últimos años, dijeron que era pro embajada y yo soy pro Argentina, defiendo los intereses nacionales”, lanzó. La reacción fue instantánea: aplausos.
Hubo un momento para la chicana al hombre de La Libertad Avanza. Fue cuando Massa tosió y pidió disculpas. “Espero que no les moleste mi tos como a otros”, se rió, con una mirada a los ejecutivos, que acompañaron el gesto con risas.
Otra muestra de su comodidad: al momento del cierre, el ministro de Economía, micrófono en mano, pidió que el público realice una pregunta. La palabra la tomó una ejecutiva, que se refirió a la relación con Brasil y las condiciones que existen para el funcionamiento bilateral. El referente de UxP defendió restricciones e “intereses” de la industria nacional, dando cuenta de lo que pasa en el área farmacéutica. Fue una intervención que también despertó aplausos.