Después de seis meses de discusión en el Senado y con un envión de último momento ligado a la situación judicial de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el kirchnerismo logró dar media sanción a la ampliación de los miembros de la Corte Suprema.
El proyecto consensuado con 16 gobernadores contempla una conformación de 15 integrantes con paridad de género.
El texto original que fue presentado ante el presidente Alberto Fernández y que estuvo vigente hasta momentos antes de la sesión en la Cámara alta proponía una integración de 25 jueces, en representación de cada una de las provincias con la intención de dar una mirada federal.
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Sin embargo, las dificultades para alcanzar el número necesario para la aprobación hicieron que el oficialismo ceda en la reducción de 25 a 15 integrantes, aunque sin modificar el método de selección por los dos tercios del Senado.
Con ese cambio, que se conoció momentos antes del arranque de la reunión en el recinto, el Frente de Todos logró cosechar 36 votos, con 34 voluntades propias, entre las que figuró el puntano Adolfo Rodríguez Saa y la riojana Clara Vega.
Precisamente, el voto del exgobernador de San Luis resultó fundamental para el oficialismo porque retaceó hasta última hora el respaldo ya que no estaba de acuerdo con una Corte tan amplia y tenía un proyecto propio para ir solo a nueve miembros.
“No hay argumento técnico para oponerse. Escuché varias declaraciones de senadores de la oposición que hacían hincapié en la falencia que tiene la Justicia, pero sin una propuesta de solución a estos temas, lo cual es nuestra responsabilidad”, sostuvo el senador jujeño Guillermo Snopek.
En el mismo sentido se pronunció el senador neuquino Oscar Parrilli, quien destacó: “Vamos a poder darle protagonismo a una Corte más federal, representativa, plural, democrática y sobre todo una Corte Suprema que no mantenga de rehén al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo”.
“La ampliación de la Corte es por varios motivos. En primer lugar, porque cinco miembros parece un número ilógico por la cantidad e importancia de las causas”, apuntó.
En una crítica al máximo tribunal, el legislador neuquino sostuvo que “hoy los miembros son parte de una Corte que ha convalidado todas las intromisiones y las barbaridades que hizo el macrismo con la Justicia”.
Durante la sesión, el senador por la UCR Martín Lousteau buscó tirar la pelota para el lado del oficialismo y le marcó las diferencias internas, una de las causas por la que el Frente de Todos no logró la aprobación de proyectos pedidos por el Ejecutivo, no solo en el ámbito judicial.
“Ya en julio de 2020 debatimos una reforma judicial que iba a costar miles de millones de pesos. Después, en plena pandemia, discutirmos una reforma del Ministerio Público Fiscal y aún no tenemos procurador por las diferencias entre ustedes”, lanzó el senador porteño, que aprovechó para pedir el traspaso de la Justicia a la Ciudad de Buenos Aires.
Luis Naidenoff, jefe del bloque radical, ligó este tema con la convocatoria a dialogar que comenzó a ensayar el Gobierno. “La convocatoria al diálogo no sirve. ¿Pueden hablar de diálogo con este tratamiento? Si quieren ser serios, que este tema vuelva a comisión”, dijo.
