El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, decidió finalmente que “por el momento” se realicen igual las elecciones locales este domingo, pese a los inconvenientes que generaron las cenizas del volcán Calbuco, de Chile.
La erupción del volcán se metió de lleno en la campaña. Desde la oposición salieron a pedir que se suspendan los comicios pero desde el Movimiento Popular Neuquino esperaron hasta último momento para tomar una decisión y mientras tanto criticaron a sus rivales, acusándolos de no querer competir.
El radical-macrista Horacio “Pechi” Quiroga expuso en Twitter su postura en pos de suspender la elección. “En estos momentos la preocupación y la prioridad de los neuquinos es otra”, arrancó el intendente de la capital provincial. “Les estamos pidiendo a los vecinos de las ciudades más afectadas que se queden en sus casas. ¿El domingo les vamos a pedir que salgan a votar?”, añadió.
Por su parte, el candidato del Frente para la Victoria, Ramón Rioseco, aseguró que no están dadas las condiciones para realizar los comicios y pidió que se pasen para otro día mediante un “consenso” entre los candidatos.
El propio gobernador, que impulsa la candidatura de Omar Gutiérrez, fue el encargado de salir a responder. “Suspender es una palabra grave”, dijo. Y agregó: “Yo creo que cuando algún candidato habla de suspensión es porque no se quiere subir al ring”. Sostuvo que la decisión se tomará en base a datos científicos y “no por cuestiones partidistas o electoralistas”.
Campaña. En este escenario, el oficialismo provincial está confiado de retener el gobierno, que mantiene desde 1983. Gutiérrez es el actual ministro de Economía de Sapag y es el favorito. En ese caso, la pelea por el segundo lugar se daría entre el kirchnerismo y el candidato radical-macrista. Quiroga, que se postula por el Nuevo Compromiso Neuquino, salió esta semana a denunciar supuestas prácticas clientelares del MPN. Junto al dueño de un merendero, mostró vales de un supermercado y un corralón “con los que compran votos”. “Nadie se anima a hablar porque tienen un contrato. Lo mío más que nada es la bronca porque con 500 pesos compran los votos”, dijo.