Plantear una campaña con la mira puesta en quedar competitivos desde la oposición. Una especie de reedición del “vamos a volver” pero ahora con otros protagonistas. Esa es la idea que algunos dirigentes de Cambiemos están planteando puertas adentro sobre cómo debe estar armada la estrategia electoral de cara a octubre, pero sobre todo para pensar cada decisión que debe tomar la Casa Rosada para evitar que la situación económica se desmadre de manera definitiva. Eso implicaría no solo que Mauricio Macri consiga ser el primer presidente no peronista desde 1928 que termina en tiempo y forma su mandato presidencial, sino que se retire con un caudal de votos apetecible y con una alianza que tenga incentivos para mantenerse unida para volver a pelear por el poder en el futuro. “Alberto tampoco la va a tener fácil”, es la frase que más repiten.
Los sectores más optimistas de Juntos por el Cambio, no obstante, admiten que no son posturas excluyentes. Y hablan de tres fases que pueden convivir. “Vos tenés que lograr llegar de la manera más estable posible al 27 de octubre, tenés que conseguir la mayor cantidad de bancas posibles en el Congreso y, si se te da, pelear por entrar al ballottage”, explica un diputado que sigue de cerca las estrategias. “Van todas en una misma línea”, agrega.
La otra postura, que viene ganando impulso, cree que los que están pensando en que es posible llegar al ballottage ponen en riesgo la primera de esas fases: la estabilidad. Apuntan a las dudas a la hora de tomar medidas que queman los papeles con los que viene gobernando Macri (algo que se terminó de quebrar con el control de cambios), a frases de algunos dirigentes que no contribuyen a generar un clima de entendimiento con la oposición y a una estrategia de campaña que sigue comandada por Marcos Peña (aunque con un poder más diezmado).
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“Tenemos que poder darle contención a nuestro núcleo de votantes después del 10 de diciembre”, sostiene uno de los dirigentes más críticos. “Alberto va a tener problemas, pero nosotros tenemos que poder seguir siendo una opción”, es el razonamiento. El antecedente más reciente, con la caída de Fernando de la Rúa, dejó una crisis de representación, con una oposición atomizada y sin perspectiva de volver al poder (tardó 14 años). Después de la salida de Raúl Alfonsín, a la oposición también le costó reconstruirse. Para no repetir esas experiencias, argumentan, evitar un estallido es clave.
Apuntan a un futuro con Horacio Rodríguez Larreta liderando desde la Ciudad de Buenos Aires (su triunfo lo ponen como objetivo primordial). Con María Eugenia Vidal peleando la Provincia en las legislativas de 2021 (analizan que Axel Kicillof también tendrá muchas dificultades). Con radicales como Gerardo Morales (desde Jujuy) o Alfredo Cornejo (será una de las cartas fuertes en Diputados junto a Mario Negri). También ven a Martín Lousteau y Emilio Monzó como actores claves en ese armado. ¿Y Macri? ¿Y Elisa Carrió? Al primero no le asignan un rol en especial, indefinido por ahora. La segunda tendrá peso propio en el Congreso con un bloque de unos 15 diputados.
“Va a ser un período para aislar a los extremos”, retruca uno de ellos. Y continúa: “Hay que darle a Alberto una oposición responsable, donde queden aislados los más extremistas para que él también pueda alejarse de sus extremos”. Falta todavía que corra mucha agua bajo el puente, pero esas posturas ante un eventual gobierno de Fernández son las que hacen dudar si Cambiemos podrá mantenerse como un bloque unido. “Va a depender también de lo que hagan ellos”, razonan. Cerca de Carrió, por ejemplo, también apuestan a mantener la unidad y minimizan esas diferencias. “Cada uno puede tener su rol, como pasó también en estos años”, afirman.
Marcha de apoyo a Vidal
María Eugenia Vidal tendrá hoy su propia marcha de apoyo. Luego del éxito en la convocatoria a la marcha del 24 de agosto a la Plaza de Mayo, desde las redes sociales se empezó a motorizar la idea de repetir el esquema pero para apoyar a la gobernadora, en cuyo espacio ya reconocen que dar vuelta el resultado de las PASO (perdió ante Axel Kicillof por 17 puntos) es muy difícil.
La fecha no fue elegida de manera casual, hoy Vidal cumple 46 años, un número que repiten muchos a la hora de pensar en ella como una de las líderes de la oposición a un gobierno peronista.
Además, ayer comenzó formalmente la campaña electoral y cerca de la gobernadora están pensando que la convocatoria puede ser una especie de relanzamiento, a pesar de que ella insiste públicamente en que es una etapa para atender los problemas de la crisis y no para hacer proselitismo.
La marcha central será en Morón, donde vive Vidal. Pero buscan que se replique en plazas de otros distritos.
