POLITICA
Entrevista

Pablo Moyano: “A Caputo no hay que tirarlo al Riachuelo, sino a un calabozo”

El líder de Camioneros y de la CGT despliega sus críticas y destroza al ministro de Economía. Además, le dice “chanta y gorila” a Espert, afirma que el protocolo antipiquete de Bullrich es “una payasada” y que el Presidente “tiene que mostrar mayor humildad” y convocar al sindicalismo. “La gobernabilidad va a estar complicada”, señala.

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Pablo Moyano | PABLO CUARTEROLO

—¿Qué sintió con el anuncio de Caputo?

 —Es parte del descontrol de un gobierno que no tiene conducción política, donde el Presidente amenaza a los gobernadores. Se hace el guapo, dice que no se modifica nada y terminó cambiando. El anuncio deja claro la debilidad que tienen, sin mayoría en las cámaras, sin gobernadores. Además, con los trabajadores en la calle, la gobernabilidad va a estar complicada. Milei tendría que mostrar mayor humildad y citar a todas las partes, porque, si no, la conflictividad social se va a terminar ampliando.

—¿Qué cree que puede pasar con la ley ómnibus?

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—El tema es que el Presidente puede tener superpoderes según la ley y nos pueden enchufar cambios de un día para el otro. Lo de Milei es preocupante, en serio: dicen que va a todo o nada, otro día putea al presidente de Colombia, al otro día sale a bailar con la mujer, no tiene poder político para llevar a cabo las medidas que anunció. Somos el hazmerreír del mundo.

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—¿Qué piensa la CGT en medio de este panorama?

—Hoy les estamos pidiendo a los gobernadores y a los diputados que rechacen el DNU y la ley ómnibus, porque va a acrecentar los problemas de todas las actividades, van a privatizar las empresas del Estado. Esta ley se tiene que caer, no alcanza con dar de baja la parte fiscal.

—¿El Gobierno se asustó después de la marcha del miércoles?

—No sé; espero que haya tomado nota de un gran sector de la sociedad que la está pasando mal. Hay millones de argentinos que no estamos de acuerdo con su modelo económico. Hay suspensiones, despidos, una inflación descontrolada, las tarifas van a seguir aumentando. Todas las medidas son en contra de los trabajadores. Repito: si el Gobierno no toma nota de esto, se va a profundizar la conflictividad social.

—¿No se descarta un nuevo paro entonces?

—Vamos a esperar a lo que pase el martes en Diputados y después queremos ver qué pasa en el Senado, en donde el PJ tiene mayoría. El consejo directivo de la CGT está facultado para tomar las medidas que sean necesarias. No voy a poner la fecha de un paro, pero esperemos que se modifique el panorama. Si no, va a haber problemas.

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—¿Le preocupan las denuncias que surgieron contra usted por su frase contra el ministro de Economía?

—Hace tres días que no duermo. Mire, hay cosas increíbles: un presidente acusa a otro de asesino, así que acá puede pasar cualquier cosa. Después, el viejo chanta y gorila de Espert dijo que si hay un bloqueo hay bala o cárcel, Bullrich hace un protocolo antipiquete que es una payasada a vida o muerte... Con lo de Caputo, quizás me equivoqué: no tendría que haber dicho que había que tirarlo en el Riachuelo, sino que lo tendríamos que tirar dentro de un calabozo, así explica qué pasó con los 45 mil millones de dólares que él y su amigo Macri le pidieron al FMI y nadie sabe qué pasó. Es una deuda que vamos a tener que pagar todos. Me equivoqué, pero las denuncias me tienen sin cuidado ante las barbaridades que dice toda la política.

—¿Cómo ve a la oposición en este contexto de crisis?

—Fragmentada; cada cual defiende sus intereses. Desde la CGT hemos hablado con todos los bloques, y cada cual defiende sus porotos. Nosotros fuimos claros: rechacen todo. ¿Cómo un peronista puede estar de acuerdo con las privatizaciones? Cada gobernador está cuidando su quinta y espero que rechacen todo, que no se hagan los boludos. Como con la reforma laboral, que la paró con la CGT en la Justicia. Si no, hoy tendríamos muchísimos menos derechos. Por eso yo pregunto dónde están los principales dirigentes, es momento de salir a la calle. ¿Qué estamos esperando, que desaparezca todo?