POLITICA
La grieta en el Instituto Dorrego

Pacho O'Donnell, primer caído de la guerra en Cultura

El historiador dimitió a su cargo en el Dorregoabrumado por “serios conflictos políticos aberrantes”. En diálogo con Perfil.com explicó que “hubo grandes deslealtades”.

Pacho O'Donnell habló de "fuertes deslealtades" para explicar su renuncia al Instituto Dorrego.
| Cedoc

Las fuertes internas entre intelectuales y funcionarios K en la órbita del Ministerio de Cultura se cobraron hoy a la primera víctima. Se trata del historiador Mario “Pacho” O’Donnell, que presentó su renuncia como miembro del Instituto Dorrego, que fundó en 2011 y había sido apoyado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para encarar un intenso revisionismo histórico. “Hay un conflicto muy severo en el cual no tengo ni fuerza ni ganas ni salud para enfrentar, es algo de ribetes políticos que no tiene que ver conmigo, me harté”, explicó.

O’Donnell dimitió a su cargo una semana después de publicar un duro comunicado en el que pidió la disolución del instituto. Allí, afirmaba que en la conducción del Dorrego había “lacras” y que los verdaderos enemigos “no eran (los intelectuales) Luis Alberto Romeo y Beatriz Sarlo sino que los peores enemigos estaban adentro”.

En diálogo con Perfil.com, el fundador del organismo explicó que la función del Dorrego estaba desnaturalizada. “Creamos el instituto para que fuera académico, para que se consolidara y se debatiera el corpus teórico, y no que desbarrancara en estas internas políticas”, dijo. Y lanzó: ​”Esto está acompañado por grandes deslealtades en miembros del Dorrego, por eso decidí renunciar a mi membresía y a mi cargo honorario”, explicó.

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- Perfil.com: ¿Su renuncia está motivada por el enfrentamiento entre Víctor Ramos con la administración de La Cámpora en Cultura?

- Pacho O’Donnell: Ese es uno de los problemas que puede tener el Dorrego, pero no los problemas más importantes.

- ¿Entonces se debe al presunto congelamiento de fondos, medida tomada por la ministra Parodi?

- Eso es algo en lo que no estoy metido, estoy apartado del manejo administrativo del instituto ahora. Esas cosas las ignoro.

- ¿A qué se refería en su comunicado cuando hablaba de “lacras” y “enemigos internos”?

- Exacto, realmente creo que todo este conflicto ha puesto en marcha situaciones penosas, entre ellas deslealtades y el no reconocimiento de la importancia que yo he cumplido en la fundación y el desarrollo.

- ¿Siente que han aprovechado su nombre para prestigiar el organismo y finalmente darle un uso político?

- Es interesante. Eso lo dice usted pero puedo avalarlo, sobre todo en los últimos tiempos. No le diría que pasaba al principio, pero sí en los últimos tiempos. Han abundado las declaraciones de tipo político, enfrentamientos, confrontaciones. Yo fundé el instituto para que sea académico, para que se consolidara, se debatiera el corpus teorico del revisionismo histórico. Y no que se desbarrancara en estas internas políticas, que lo único que han hecho es desprestigiarlo y desviarlo de su objetivo.

(*) De la redacción de Perfil.com. En Twitter: @PatoCaruso.