Con su doctrina de "Justicia universal", el prestigioso jurista español Baltasar Garzón puso contra las cuerdas al dictador Augusto Pinochet en 1998, a la ultraderecha española por los crímenes del franquismo y al partido de Mariano Rajoy por corrupción. Su desafío le valió la suspensión como juez por 11 años, pero hoy es el hombre más buscado por entidades de Derechos Humanos en todo el mundo.
En la 15º Conferencia Anticurrupción de Brasilia, el magistrado que hoy defiende como abogado a Julian Assange se animó a hablar de todo con Perfil.com, incluso del escándalo de las Madres de Plaza de Mayo, con quienes mantiene un lazo político y afectivo, tras sus numerosas visitas al país.
Garzón es hoy asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya y colabora con la Justicia de media docena de países. En Argentina, asesora a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, entre otras cosas. "A diferencia de España, es bueno que en Argentina exista una causa abierta por los crímenes franquistas que está avanzando con el amparo de Justicia Universal", señaló Garzón.
- ¿Piensa regresar a la política?
- Estoy trabajando desde la sociedad civil y estoy trabajando más que antes. Mi familia me dice que estábamos más tranquilos antes. Sigo luchando por los mismos valores y las misma convicciones. Mi vida es la Justicia. Se puede hacer más política desde afuera que desde adentro.
- Más en frío, ¿cómo ve ahora su polémica suspensión como juez?
- El en caso de las investigaciones de los crímenes franquistas, mi suspensión inicial fue totalmente irregular, arbitraria y sin justificación. Es imposible que se interprete que hubo prevaricación por el principio de legalidad, por lo tanto hubo motivaciones "diferentes" para suspenderme. A esto se le añade que quien promovió esta suspensión es una organización de extrema derecha, que también participó en hechos criminales que se investigó, como fue la Falange. España no quiere afrontar la historia de impunidad que mantiene hasta hoy. El país no ha superado todavía el drama de la Guerra Civil. Hay un capítulo pendiente, que es el de las víctimas. Ya es tiempo... Por encima de la confrontación civil, decenas de miles de víctimas están sin esa reparación. Como ciudadano y como jurista, es inaceptable e inasumible.
- ¿Volvería a ser juez en España?
- El caso se encuentra hoy en la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo. El daño a la independencia judicial está producido. El Tribunal Superior español no sólo absolvió a los criminales, sino que cerró la posibilidad de que puedan ser investigados en otra ocasión. Superado el plazo de suspensión, puedo regresar a la Audiencia Nacional.
- A propósito de la Argentina, las Madres de Plaza de Mayo están bajo investigación judicial por el desvío millonario de fondos para la construcción de viviendas sociales. ¿Está al tanto de esto?
- Yo no tengo conocimiento en profundidad, pero sé que algún administrador relacionado con este proyecto de viviendas (N.deR.: Sergio Schoklender) es el que, aparentemente, realizó una serie de actos criminales que, respetando el principio de inocencia, son los que están sometidos a investigación. La estructura de Madres de Plaza de Mayo como tal entiendo que no está sometido a investigación. Para mí, Hebe de Bonafini representa todos mis respetos y, además, en la convicción de que es ajena absolutamente a esa trama. El principal daño ha sido para la propia organización y para el esfuerzo que esas mujeres vienen haciendo hace tantos años en pro de las víctimas. Lo mejor que se puede conseguir en este tema es que la sanción judicial sea drástica, que quede bien clara la ajenidad de la propia organización y que quien ha cometido esos hechos de apropiación y de corrupción sea sancionado.
- Usted, al referirse a dictaduras, aseguró que la violación de Derechos Humanos conlleva a la corrupción.
- Absolutamente. Si alguna vez hubo gulag, que los hubo, una violación sistemática de Derechos Humanos comparte una conducta de corrupción por el aprovechamiento económico que supone. La impunidad también genera un aprovechamiento económico.
- ¿Cuál es su estrategia para liberar a Julian Assange de la Embajada de Ecuador en Londres y que no sea llevado a EEUU por las revelaciones de WikiLeaks?
- Assange está refugiado en la Embajada de Ecuador, Gran Bretaña no reconoce el asilo diplomático porque no comparten la Convención de Caracas de 1951 sobre asilo político. Assange no debe renunciar al derecho de defensa. Aunque la investigación en Suecia por presuntos abusos es inconsistente, él quiere afrontar esa investigación porque tiene pruebas para demostrar que no hubo esos delitos que le imputan pero, a la vez, no quiere que Gran Bretaña le quite la inmunidad de refugiado para hacer un salvoconducto. Todos sabemos que es una persecución política por parte de los EEUU, que ataca directamente a la función periodística y la libertad de difundir información de WikiLeaks. Sabemos que hay una causa contra el soldado Manning y que le imputan hechos graves. Tenemos que reclamar que la inmunidad se mantenga, que se tranfiera el salvoconducto y, a posteriori, responda por los cargos en Suecia y no por las acusaciones contra WikiLeaks en EEUU. Ahora, el habitáculo donde se encuentra es pequeño y su estado de salud se puede deteriorar. El problema es que Gran Bretaña no estaría dispuesta a mantener esa inmunidad ni por cuestiones humanitarias. Estamos preocupados por su salud. Esta situación no puede durar demasiado. La única posibilidad es el salvoconducto a Ecuador, que no implica la impunidad en el juicio que se le siga en Suecia.
- ¿Fue él quien lo contactó para que lo defiendiera en este caso?
- Él me llamó a través de un periodista conocido, me dijo que quería hablar conmigo. Hablamos y me pidió que me incorporara a su defensa. Las únicas dos condiciones que le puse es que actuaría con total independencia y que no le cobraría honorarios. Es una causa sin justificación jurídica, se está construyendo una carcasa para ponérsela a medida, parece que hay un Derecho Penal construido para el enemigo. Assange ya está condenado.
(*) Twitter: @diegogueler.