En Juntos por el Cambio se viven horas de incertidumbre sobre qué postura tomar respecto al proyecto de ley de Presupuesto 2022 que el Frente de Todos planea llevar al recinto este jueves. Votar en contra de una estimación que consideran irreal pero correr el riesgo de que se termine prorrogando el Presupuesto 2021 que le daría más discrecionalidad al Gobierno o, por el contrario, facilitar su aprobación pese a su rechazo y terminar dando señales de debilidad a su electorado más duro.
En el único punto en el cuál no tienen dudas es en la necesidad de conseguir voltear algunos proyectos que dan facultades o facilidades al Gobierno y al ministro Martín Guzmán para definir cuestiones impositivas.
Desde el principal bloque opositor ya confirmaron que darán quórum para abrir la puerta al debate y facilitar el tratamiento de un proyecto que estuvo 89 días cajoneado sin ser debatido en la Cámara de Diputados y que ahora el oficialismo busca tenerlo sancionado en apenas cuatro días. El único que ya se expresó en contrario y se niega a dar quórum es Ricardo López Murphy, que tiene su propio bloque Republicanos Unidos.
La herramienta del quórum es una de las más utilizadas para frenar el tratamiento de iniciativas. Puede ser más difícil conseguir los 129 diputados necesarios para arrancar la sesión que los votos necesarios para ganar por mayoría simple. En este caso, Juntos por el Cambio estaría dando luz verde en ese sentido. El argumento central es que si el Gobierno no logra aprobar un presupuesto va a prorrogar el de 2021, y eso le daría una mayor discrecionalidad para utilizar los fondos de más que se recaudarán (más aún contemplando un 50% de inflación aproximado). Además, quieren evitar la victimización del Frente de Todos y que acuse a Juntos por el Cambio de dejarlos sin presupuesto y de entorpecer la negociación con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, dar luz verde para el quórum con la nueva distribución de poder en Diputados no es garantía de que el Presupuesto 2022 vaya a ser aprobado. Si Juntos por el Cambio y otros bloques opositores votan todos en contra pueden llegar a ganarle al oficialismo y voltear así su aprobación. Son 116 de Juntos por el Cambio, cuatro liberales, cuatro de la izquierda y ocho del Interbloque Federal (peronistas y socialistas) que sumados dan 132 diputados: más de la mitad.
Ese resultado podrá ser interpretado por los más "halcones" como un triunfo político y una muestra del nuevo equilibrio de poder que quedó reflejado luego del voto popular. Sin embargo, daría pie a lo mismo que buscaban evitar desde JxC al dar quórum: la discrecionalidad, la victimización y las acusaciones.
En esa situación, había quienes impulsaban que Juntos por el Cambio se abstenga en el recinto, para no dejar al Gobierno sin presupuesto pero dejando en evidencia que tenían los votos para frenar su aprobación. Sin embargo, en reuniones de los diferentes bloques la mayoría definió votar en contra.
La alternativa que se baraja es que haya algunos diputados que terminen absteniéndose, pero es algo que terminaría dando señales de división opositora. Algunos apuntan a los diputados que responden a los gobernadores Gerardo Morales y Gustavo Valdés, pero en la previa a la elección de autoridades de la UCR el jujeño no estaría dispuesto a dar esa imagen. Y menos cuando Martín Lousteau viene acusándolo públicamente de haber acompañado iniciativas oficialistas en el Congreso.
La Coalición Cívica es la que viene planteando con más fuerza esa postura. En el espacio de Elisa Carrió aseguran que la clave es evitar la discrecionalidad del presupuesto prorrogado pero concentrar los esfuerzos en juntar votos para rechazar artículos en el debate en particular. Los artículos 80, 81, 82, 86 y 87 son los más apuntados, sobre todo porque le delega al Poder Ejecutivo facultades propias del Congreso. Las que más buscan evitar son las que tocan cuestiones impositivas.
Si terminan votando de manera distinta en JxC temen que quede una señal de fragmentación y de debilidad política. Sobre todo después de una campaña electoral donde uno de los ejes centrales fue posicionarse como el freno al kirchnerismo. Por afuera quedarían los liberales, acusándolos de pactar con el Gobierno.
A los que se mira con especial atención es a los tres cordobeses que responden a Juan Schiaretti, que vienen siendo críticos pero también podrían terminar absteniéndose (o ausentarse). No sería suficiente para garantizar un triunfo oficialista si todo JxC vota en contra.
Las discusiones seguirán hasta empezada la sesión y todos en Juntos por el Cambio van a estar midiéndose para ver como resuelven el dilema, primero, y cómo lo explican, después.
Las opciones de Juntos por el Cambio frente al Presupuesto 2022
Opción A:
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No dar quórum.
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El Gobierno se victimiza.
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Prórroga Presupuesto 2021 (discrecionalidad)
Opción B:
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Dar quórum.
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Votar todos en contra. El proyecto se rechaza.
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El Gobierno se victimiza.
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Prórroga Presupuesto 2021 (discrecionalidad)
Opción C:
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Dar quórum.
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Algunos abstenerse. El proyecto se aprueba.
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Hay Presupuesto 2022, aunque muy criticado.
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Posible rechazo de electorado más anti K.
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Imagen de debilidad opositora (por disidencias).
Opción C bis:
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Votar todos en contra en particular artículos de delegación impositiva.
cp