Mientras espera que los tenedores de los bonos del BP21 decidan si aceptan postergar hasta el 1º de mayo el pago de US$ 250 millones, Axel Kicillof comenzó a mirar otra deuda que también le traerá complicaciones durante este año. Un relevamiento que hicieron las áreas económicas del gobierno bonaerense encontró compromisos impagos a proveedores de $41.000 millones. Una cifra superior a los $ 25.000 millones que la ex gobernadora María Eugenia Vidal aseguró que dejaría en la caja cuando hizo una “rendición de cuentas” pública días antes de dejar el gobierno.
Según el informe que está en manos del gobernador, la deuda flotante que encontraron en los distintos organismos asciende al menos a $41.000 millones. Se trata de una deuda exigible de proveedores que surge del presupuesto devengado que aún no se pagó. Son servicios que se prestaron al Estado bonaerense durante 2019 por los cuales el proveedor emitió la factura y el contador de la Provincia dio la autorización para realizar el pago que debe hacer el tesorero y que hasta ahora no hizo.
En la nueva administración detallan que “es habitual que se devenguen pagos a proovedores y se retrasen pero los $ 41 mil millones están muy por encima de lo que deberían haber encontrado”. Las deudas a las empresas van desde servicio de librería o limpieza a obras paralizadas. Según el informe al que accedió PERFIL la deuda flotante en el ministerio de Infraestructura es de $ 2500 millones más $ 1500 millones de convenios. Hay 94 obras neutralizadas que representan $ 5.157 millones y 161 obras paralizadas por $ 6.483 millones. “Hay muchas cosas que dejaron sin pagar, prácticamente desde agosto cortaron la cadena de pagos en todos los ministerios. Todos los días aparecen deudas nuevas y montos millonarios”, explicaron en el gobierno de la Provincia.
Las deudas en organismos como IOMA y el ministerio de Salud también asciende a miles de millones de pesos. Pero los funcionarios describieron la situación como alarmante ya que “esto podría ser peor aún, ya que puede haber deudas con proveedores ‘escondidas’”, como en el caso de ARBA, donde el compromiso registrado asciende a $ 242 millones, pero si tomamos en cuenta ajustes potenciales reclamados por proveedores podríamos llegar a $465 millones”, detallaron.
En febrero de 2016, Vidal denunció un pasivo de $ 8 mil millones que su antecesor Daniel Scioli dejó por la deuda a proveedores por la cual en esa fecha emitió su primer bono. Si se compara las deudas flotantes, ajustando ese monto a la inflación acumulada en estos años (287%), los compromisos que dejó impagos el ex gobernador peronista equivaldría hoy a $ 31.000 millones, es decir $10.000 millones menos.
El número es más significativo cuando se lo compara con los últimos presupuestos de ambas administraciones, ya que en 2015 la ley de leyes contaba con $ 246.000 millones, al finalizar el año esos $ 8 mil millones de deuda flotante representó el 3,25%. Con un presupuesto de $ 929.000 millones en 2019, el compromiso que mantienen con los proovedores aumentó al 4,41%.
En el gobierno provincial aseguran que la caja de $ 25.000 millones que la administración de Vidal dejó es ficticia, no sólo por la deuda flotante que ahora deberán afrontar, sino también porque “se compone con fondos que acumuló cobrándole impuestos de más a las PyMEs”.
De los $ 25 mil millones que la ex gobernadora aseguró que había, $ 10 mil millones corresponden a fondos a favor de los contribuyentes a partir de la intensificación de los regímenes de recaudación. Las demandas de los usuarios no tardaron en llegar y hoy el 25 por ciento del área de fiscalización de la Provincia está abocada a atender estos reclamos.
Este medio consultó a la administración anterior quienes se refirieron a los números encontrados al asumir: "En 2015 la Provincia de Buenos Aires tenía deudas con proveedores y IOMA que sumaban unos 690 millones de dólares. Esto es, a plata de hoy, unos $ 31.000. Al 10 de diciembre de 2019 tal como fuera informado oportunamente en el avance de deuda al 30 de noviembre de este año, la deuda flotante alcanzaba los 440 millones de dólares, unos $ 27.000 millones a plata de hoy". Y agregaron que, además de encontrarse con deuda flotante, había compromisos impagos "con ART, BAPRO y distintos municipios por un total de 1.152 millones de dólares".
Una vez que venza el plazo de los tenedores de los bonos BP21, el gobernador resolverá con su equipo las deudas a los proveedores. Ayer prefirió distenderse con sus dos hijos en el bosque de La Plata a donde llegaron en bicicleta desde la residencia del gobernador para conocer el Museo de Ciencias Naturales.
Negri contra Kicillof
El jefe del bloque del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio Mario Negri cuestionó el rumbo de las negociaciones por la deuda que encaró el gobierno bonaerense e ironizó que “Kicillof hace más ruido que una maraca a las negociaciones de Guzmán” en el ámbito nacional.
“Nosotros no estamos para obstruir. El miércoles como oposición dimos quórum y votamos porque somos responsables. En todo caso se deberían poner de acuerdo (el Poder Ejecutivo) con Kicillof”, advirtió el legislador radical, que pidió “echar por tierra el mito de que la deuda llegó con Macri”.
Según explicó, “el gobierno de Cambiemos tomó buena parte del endeudamiento para pagar los intereses de los 240.000 millones de dólares que dejó el kirchnerismo”.
“Estamos en presencia de un gobierno bifronte. El liderazgo polìtico es de la vicepresidente”, resumió el diputado cordobés.
