Alberto Sileoni, el flamante ministro de Educación, llegó a la cúspide de la cartera que hasta ayer manejaba Juan Carlos Tedesco por su perfil operativo y luego de una larga carrera política que incluyó puestos tanto a nivel nacional como en la Ciudad de Buenos Aires.
Los primeros pasos de Sileoni, un peronista oriundo de la Ciudad de Buenos Aires de 57 años, en la gestión pública educativa se remontan al año 75, cuando ingresó a la Dirección Nacional de Educación de Adultos. En ese espacio se acercó al actual senador Daniel Filmus, con quien estrechó una relación cercana y a quien acompañó en su gestión al frente de su ahora cartera.
Sileoni tuvo cargos en el gobierno de Menem, (donde se inició en la vida pública), en la gestión de Jorge Domínguez en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires, Sileoni trabajó en Educación Media hasta alcanzar el cargo de viceministro de Mario Oporto cuando Felipe Solá fue gobernador de la provincia. Su relación con Filmus lo llevó a la secretaría de Educación cuando este fue ministro, entre 2003 y 2006 y finalmente estuvo al frente del ministerio porteño en el mandato de Jorge Telerman.
Buena llegada. Además de su perfil “operativo”, en el kirchnerismo recatan la buena llegada que tiene Sileoni para con los gremios. De hecho, cuando fue funcionario de la ciudad, no hubo paros docentes. Otro de sus logros fue la sanción de la ley de educación sexual.
“Sileoni tiene un perfil más de gestión. Con los sindicatos se lleva bárbaro. En cambio, con Tedesco la cosa era más distante”, explicaron algunos kirchneristas en diálogo con el diario Página/12. La llegada de Sileoni no propone cambios en cuanto al contenido de la gestión educativa.