Pasó un año de aquella madrugada histórica del voto no positivo de Julio César Cleto Cobos. El 17 de julio de 2008 el vicepresidente desempataba en el Senado la votación por el proyecto de ley sobre las retenciones móviles y se enfrentaba así a su propio gobierno en el conflicto eterno con el campo.
"Quiero seguir siendo el vicepresidente hasta el 2011, pero el corazón me indica que debo votar en contra", decía Cobos con la respiración entrecortada antes de enunciar su voto "no positivo" con el que pasó a la historia. "Sé que la Presidenta de los argentinos me va a entender -decía- porque no creo que sirva una ley que no es la solución a este conflicto. La historia me juzgará no sé como, pero espero que esto no se entienda como una traición, no traiciono a nadie, estoy actuando de acuerdo a mis convicciones".
La zanja que se abríó ese día entre Julio Cobos y el kirchnerismo se fue profundizando cada vez más hasta hacerse definitiva el pasado 28 de junio, cuando cuando los candidatos del vicepresidente se impusieron en Mendoza y lo terminaron de definir como uno de los presidenciables para el 2011.
Frente a la incógnita respecto de su renuncia, ayer Cobos aseguró que continuará en su cargo "hasta 2011" y que definirá su situación "en marzo de ese año, cuando se hagan las internas de los partidos", si es que se aprueba el proyecto oficial de reforma política que contempla elecciones abiertas, simultáneas y obligatorias en todo el país.
"No están dadas las condiciones para que haya una crisis institucional en la Argentina de aquí al 2011, con mayor razón ahora que hay diálogo político y una agenda parlamentaria en la que se admite la discusión y el intercambio de opiniones. Definitivamente vamos a llegar bien al 2011", agregó. Según explicó el vicepresidente, el "objetivo es mantener este espacio" que hoy comparte con radicales orgánicos, integrantes de la Coalición Cívica, el socialismo y su grupo de aliados del radicalismo disidente que lo acompañó después de la ruptura de la Concertación Plural.
En diálogo con Crónica TV, el vicepresidente recordó hoy desde su despacho en el Senado los pormenores de la tensa sesión que vivió aquella madrugada del 17 de julio de 2008. "Ante la misma situación lo volvería a hacer porque estábamos pensando en el país, en la paz social". Y agregó que si no hubiese actuado en la forma en que lo hizo, se podría haber generado "un estallido social que íbamos a lamentar todos". "Acompañar al Gobierno era de esa manera", sostuvo.
